La lucha por Loma Miranda Parque Nacional se hizo nacional levantando las banderas por el agua y la vida, hasta lograr la Ley Loma Miranda Parque Nacional anulada por iniciativa del presidente Danilo Medina.
Esa acción presidencial, negando el carácter legal de Parque Nacional a Loma Miranda,buscó favorecer a las multinacionales de explotar la Cordillera Central, madre de las aguas en esta isla.
Como respuesta, el pueblo ha reiterado que ¡El agua vale más que el oro! Esta consigna y la lucha se enfrentan a multinacionales mineras, que apoyadas por el gobierno, persisten y amplían sus planes, extendiendo sus tentáculos a la Cordillera Central de la isla y sobre buena parte del resto del país.
Conscientes de que a la depredación de Falcondo en Bonao, de Barrick Gold Pueblo Viejo en Cotuí y de la Comidorn en Cerro Maimon, que amenazan la vida en el entorno de sus explotaciones mineras, se proyectan efectos mucho más graves, como en San Juan de la Maguana, también Restauración/Dajabón, y en más de 72 concesiones otorgadas por el gobierno en la Cordillera Central, y más de 200 en toda la geografía dominicana.
A la acción depredadora de las multinacionales mineras se suman las de terratenientes capitalistas en montañas—como en Valle Nuevo beneficiados con trato privilegiado por parte del ministerio de Medio Ambiente–, que arruinan impunemente áreas protegidas. También de aserraderos “legalizados” por el Ministerio de Medio Ambiente, operando a lo largo de las cordilleras, financiando la debacle de los ya escasos bosques de Quisqueya. Otras fuentes destructivas son los dueños de las areneras que han arruinado y siguen rematando ríos y arroyos, actuando con toda impunidad.