La República Dominicana cuenta con una inagotable caterva de artistas, una de ellas es Amaya Salazar, una mujer que expresa en cada una de sus obras dulzura, fortaleza e intensidad.
Conocida por los personajes sin rostro que habitan en sus entornos místicos cargados de luz y color, Amaya logra llevar el arte a otra dimensión, donde sólo el espectador encuentra respuestas.
Es su quehacer artístico Amaya se inspira principalmente en la forma femenina y en las imágenes de la madre y el niño, por lo que logra de manera magistral capturar momentos íntimos donde las mujeres escapan de la realidad de la vida y entran al calor de la luz caribeña.
En su trabajo, los rayos del sol y la luna crean un caleidoscopio de tonos en todo el paisaje. En los paisajes nocturnos, la paleta se vuelve oscura casi negra, pero siempre hay una luz interna que brilla.
Sus obras suelen ser vibrantes, cargadas de luz e intensidad, donde la flora del caribe y sus mágicos encantos forman parte integral de cada uno de sus trabajos.
Como escultora, Amaya Salazar también trabaja en bronce, acero y mármol, así suele crear dibujos de carbón sobre papel y acuarelas y tinta china sobre papel. “Nunca voy a dejar el óleo, es básicamente lo mío dice la artista”.
Más sobre Amaya
Amaya Nació en 1951 en Santo Domingo. Realizó estudios artísticos en la Academia J. Guerra, RD, Academia Artium, Madrid España y en la Escuela de Bellas Artes, Boston Estados Unidos. Su primera exposición individual fue realizada en el año 1981.
Ha realizado múltiples exposiciones individuales, en el país y otras ciudades de estados unidos y Europa. La artista ha paseado su obra por varios países. Su trabajo se puede encontrar en importantes colecciones de todo el mundo.