Con la vitalidad del “primer guandul”, una fuerza interpretativa que no merma ni frente a un ataque de disfonía, su peculiar humor y ante un público que sigue fielmente su trayectoria, Anthony Ríos “se creció” este viernes con actuación en “Ríos de Mujeres Divinas”.
Durante más de dos horas, el Salón La Mancha del Hotel Barceló Santo Domingo se estremeció con los aplausos y ovaciones concitados por este polifacético artista y sus invitadas: Mabel De León y Yohanna Almánzar, en un espectáculo si desperdicios.
Ante lo que podríamos denominar “crónica de un triunfo anunciado”, las expectativas creadas en torno a este evento quedaron plenamente satisfechas, porque cuando un intérprete de la talla de Anthony Ríos comparte el escenario con dos “Mujeres Divinas”, el éxito está asegurado.
Fue una noche inolvidable donde “El Sentimental” exhibió nueva vez su habilidad para conectarse con la gente y comunicar a través del lenguaje universal de la música, dos de las condiciones que le han mantenido triunfante en el mundo de arte durante casi las dos terceras partes de su vida.
Esta versión de “Ríos de Mujeres Divinas”, producido por Raphy D` Oleo, constituyó en un mar de remembranzas, emociones y chistes, donde además de la calidad de las cantantes participantes jugó un papel estelar la soberbia habilidad de Anthony Ríos para manejar el público.
Los temas más populares de “La Leyenda” fueron tarareados por un público inter-generacional y delirante, el cual, desde el inicio al final del concierto; apoyó al cantautor y a sus intérpretes invitadas con palmoteos, vítores y aclamaciones.
Mabel De Léon y Yohanna Almánzar fueron las cómplices del triunfo de este show, por su calidad, gracia y dominio del escenario, que pusieron de manifiesto con un repertorio de canciones hermosas, logrando que los presentes evocaran inolvidables momentos.
“Ríos de Mujeres Divinas” fue un océano de melodías hermosas, bromas y anécdotas, el cual cerró entre aplausos cuando el versátil Anthony Ríos interpretó uno de sus más populares temas: Fatalidad, que aunque “se pegó” en el año 1973 es hoy por hoy un ícono musical, reclamado insistentemente en todas las presentaciones de este artista.