En 2021, la vida de Marcos Antonio Walter Agüero y Zoila Mateo Lebrón dio un giro inesperado. La pareja, antes con un flujo de ingresos constante gracias al trabajo de Zoila, se vio enfrentada a un desafío cuando ella perdió su empleo. Sin embargo, este revés no fue el fin de sus sueños, sino el inicio de un nuevo y emocionante camino.
Ante la situación, Marcos le pidió a Zoila que le enseñara a hacer las deliciosas arepas que ella preparaba en casa. Juntos comenzaron a experimentar en la cocina, y en ese proceso, algo los inspiró: la idea de darle un toque único a las arepas, que las hiciera distintas a las que se encontraban en el mercado.
El ingrediente clave fue el maíz natural tierno, un elemento que simbolizaba no solo el corazón de su receta, sino una bendición en su camino hacia el éxito. Tras muchas pruebas y ajustes, su sueño comenzó a materializarse.
“Arepa Artesanal El Maestro”: Nacimiento de un proyecto familiar
El proyecto inicial, que comenzaron vendiendo entre amigos y familiares, pronto ganó vida con el nombre de «Arepa artesanal El Maestro». Gracias al esfuerzo, la dedicación y el toque especial de su receta, el negocio se expandió rápidamente.
Zoila, amante de la cocina y fanática del programa «MasterChef», soñaba con algo más grande. Gracias a un amigo, consiguió la oportunidad de ofrecer sus arepas en un mercado reconocido de Santo Domingo, donde la respuesta fue abrumadora: las arepas volaron de los estantes. Con su primer éxito a cuestas, Zoila y Marcos sabían que estaban en el camino correcto.
Diversificación de productos: ¡Más que arepas!
El éxito de las arepas fue solo el comienzo. Además de las tradicionales arepas dulces y saladas, la pareja incorporó a su menú majarete, dulce de coco con batata y pan de batata, logrando cautivar aún más paladares. Su ambición no tiene límites y ya están explorando la posibilidad de incorporar arroz con leche como parte de su oferta.
Educación y comunidad: Un compromiso social
Marcos no solo ha creado una exitosa empresa, sino que también se ha comprometido con su comunidad. A través de su taller, capacita a jóvenes, brindándoles las herramientas necesarias para salir de las calles y construir un futuro productivo y honrado.
Un emprendimiento que crece: La Plaza Luperón y más allá
Actualmente, la pareja tiene un puesto en la Plaza Luperón, donde pagan RD$5,000 pesos semanales. Además de su negocio regular, participan en ferias y eventos ofreciendo productos en miniatura, ideales para celebraciones como bautizos, bodas y actividades empresariales. Esta diversificación les permite llegar a nuevos clientes y seguir expandiendo su alcance.
Redes sociales: La fuerza del marketing digital
El negocio no solo depende del boca a boca. Marcos y Zoila han aprovechado el poder de las redes sociales para promocionar su emprendimiento. Publican contenido atractivo, realizan videos testimoniales de clientes satisfechos y usan WhatsApp para recibir pedidos y mantener una relación cercana con su audiencia. Esta estrategia ha aumentado su visibilidad y les ha permitido consolidarse como una marca reconocida en el mercado.
Apoyo financiero y el futuro del negocio
Como parte de su crecimiento, el negocio también ha contado con el apoyo del Banco Adopem a través de un préstamo, lo que ha permitido ampliar su infraestructura y continuar creciendo.
De la adversidad a la materialización de un sueño
Marcos y Zoila, con pasión, propósito y un trabajo arduo, han logrado convertir su sueño en una realidad tangible. Su historia no solo es un testimonio de perseverancia, sino también un ejemplo claro de que cuando se trabaja con el corazón y la visión correcta, las dificultades pueden transformarse en oportunidades de éxito.