Las tres infecciones de transmisión sexual (ITS) provocadas por bacterias –gonorrea, sífilis y clamidia– han aumentado en los últimos tiempos, y los expertos alertan de los riesgos que conlleva para nuestra salud saltarse las normas de prevención.
Si una persona sospecha que puede haberse contagiado de una, es fundamental acudir lo antes posible a un especialista para realizarse las pruebas pertinentes, ya que un diagnóstico precoz y un tratamiento temprano son muy importantes para curarlas.
El aumento de las infecciones de transmisión sexual tiene múltiples causas que se deben abordar de modo conjunto: la pérdida del miedo al VIH y a otras ITS, el uso de aplicaciones móviles que facilitan los contactos sexuales y el aumento del consumo de alcohol y drogas recreativas que disminuyen la percepción del riesgo”, enumera Teresa Puerta, coordinadora del Grupo Español para la Investigación de las ETS/Sida de la Academia Española de Dermatología y Venereología.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), unos 357 millones de personas se contagian cada año de gonorrea, sífilis, tricomoniasis o clamidia, que se propagan sobre todo por contacto sexual, ya sea vaginal, anal u oral. Entre los más de treinta virus, bacterias y parásitos que se transmiten en los intercambios sexuales, ocho están relacionados con infecciones. Cuatro son curables –sífilis, gonorrea, clamidia y tricomoniasis– mientras que las otras –hepatitis B, virus del herpes simple, VIH y virus del papiloma humano– no lo son, pero se controlan con tratamiento.
Los antibióticos atajan las infecciones provocadas por bacterias, como la clamidia, la gonorrea y la sífilis. Sin embargo, debido al uso indebido o excesivo de estos fármacos, algunos están perdiendo su eficacia.
De las tres infecciones bacterianas, la gonorrea es la más resistente a los antibióticos. De hecho, se han detectado cepas del gonococo Neisseria gonorrhoeae –la bacteria que causa esta infección– que no reaccionan ante ninguno de los fármacos actuales.
“Las bacterias resistentes a los antibióticos pueden suponer un grave problema de salud pública. De hecho, ya empieza a serlo”, advierte Francisco Botía Martínez, presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene.