MARCA.-Barcelona venció la tarde de este domingo a Granada 1 – 0 en el debút de su nuevo dirigente, Quique Setién, tras un gol de Leo Messi en el minuto 76.
El año 2020 ha empezado muy convulso en Can Barça y no mejora mucho pese a la victoria ante el Granada.
Tras perder un partido en el que no jugó mal, pero que implicaba un título, se lió parda. Adiós a Valverde y llega Quique Setién, un enamorado del club azulgrana.
Coge un equipo líder en Liga y en octavos de Champions por lo que la capacidad de mejora puede ser un arma de doble filo para él. El cántabro llega con el mensaje del juego bonito, pero debe saber que eso sólo no vale en un club como el Barcelona.
Los resultados mandan en el fútbol actual, no nos engañemos. Y a partir de ahora otra noche como las de Roma o Liverpool le pueden devolver de nuevo a esos paseos que tanto le gustan viendo las vacas en Liencres.
El fútbol no perdona si no se consiguen los objetivos. Pero bueno, dejemos a un lado las especulaciones. Como dijimos en la previa: empieza una nueva era. La de Setién.
Había mucha expectación por ver su debut: arropado por su público y ante un rival como el Granada, que ha perdido fuelle con respecto al que comenzó el curso de forma excepcional. En su primera semana se han notado cambios en la forma de trabajar. Participativo en las sesiones con el grupo, fue a ver al filial y hubo tiempo hasta para una cena de presentación menos formal. Pero lo importante era ver las novedades o no de su primer once y, sobre todo, la forma de jugar del equipo. El once no trajo muchas sorpresas: Arturo Vidal por el sancionado De Jong; en punta entró Ansu Fati por la derecha pasando Messi a ocupar la vacante del lesionado Luis Suárez y quizás lo más novedoso fue que en defensa puso a Umtiti como pareja de Piqué en lugar de Lenglet. Bastante continuista.
En cuanto al juego, la principal baza de Setién, ni fu ni fa. Mucho control, mucho pase (1.005 en total) pero sin llegada. Es pronto y tendrá tiempo para mejorar. Contra 11 no tuvo opciones y contra 10 todo fue coser y cantar pero no será siempre así en los próximos partidos. El Granada ha sido un aviso serio. Aguantó hasta el minuto 76 sin pasar muchos agobios y por ahí no van los tiros si este equipo quiere Liga, Copa y Champions.
Primera parte con una posesión bestial del 81%, hizo 508 pases, pero si hay que destacar un planteamiento fue el de un Granada que desactivó al Barça con una presión alta y, eso sí, muchas faltas tácticas cuando se ponía fea la cosa. Los de Setién sólo remataron a puerta dos veces, una de Ansu Fati y otra floja de Arturo Vidal. El juego azulgrana sigue pasando todo por Messi, eso no cambiará nunca. Triangulaciones rápidas buscando las bandas o al argentino y lo que invente éste. Un remate que se fue fuera por poco de Leo a pase de Alba fue lo mejor de una primera parte más bien plana de los de Setién.