El cambio climático tiene una clara incidencia en la oferta de agua del Gran Santo Domingo, afirmó hoy Patricia Abreu Fernández, Directora Ejecutiva del Fondo de Agua, al hacer un llamado para generar consciencia sobre la importancia de la preservación y recuperación de las cuencas de los ríos Isabela, Ozama, Nizao y Haina.
Aunque es difícil pronosticar los efectos precisos del cambio climático, estudios recientes advierten que las concentraciones de gases de efecto invernadero de la atmósfera se encuentran en niveles récord y continúan aumentado, y las emisiones, que se redujeron sutilmente a causa del COVID-19, ya están regresando a los niveles previos a la pandemia.
“Existen estudios que muestran el papel que tienen los ríos saludables ante la adaptación al cambio climático y el desarrollo de sociedades, economías y ecosistemas más resilientes. A través del Fondo de Agua de Santo Domingo, hemos emprendido proyectos e iniciativas que buscan generar consciencia sobre nuestro impacto en dichas fuentes y la importancia de su protección para generar agua en cantidad suficiente y con la calidad requerida”, expresó Abreu Fernández.
A su vez, resaltó como la oferta y disponibilidad del recurso está afectando los ecosistemas, la agricultura y otras, influyendo en la calidad de vida no solo de los habitantes en las áreas cercanas, sino también en los residentes de la Gran Ciudad.
“Siendo el agua el motor de vida, es evidente que los cambios en el ciclo hidrológico producen a su vez alteraciones de consideración en os ecosistemas y desarrollo de nuestra vida. De ahí la importancia de establecer una verdadera gobernabilidad del agua en el país”, afirmó Abreu Fernández.
Estableció la importancia del Pacto por el Agua, iniciativa emprendida por el gobierno que busca establecer, entre otras prioridades, un marco regulatorio sobre el preciado recurso. “Para cumplir este mandato, todos los actores involucrados en las mesas de trabajo deben estar conscientes del valor del recurso. Se requerirán ejecutar políticas, programas, proyectos, medidas y actividades que reduzcan la vulnerabilidad social, económica y ambiental generadas por el cambio climático”.
“Nuestra gestión se enfoca en la implementación de medidas de adaptación a través de varios proyectos distribuidos en las cuencas hidrográficas del Ozama, Isabela, Nizao y Haina, importantes por su caudal y contribución. Hemos trabajado con sus comunidades que han mostrado voluntad e interés para implementar las medidas de adaptación al cambio climático, y de esta manera mejorar el control y el manejo de los recursos hídricos desde la fuente”, sostuvo Abreu Fernández.
Expuso que la limitación al valioso recurso ya se ve reflejada y será mas evidente en el futuro cercano, tanto en la cantidad como calidad, exponiendo al riesgo de millones de personas y el posible desplazamiento de sus hogares, y la afectación de los sectores más vulnerables de la población. Por lo que se hace necesario mejorar la comprensión del nexo existente entre la variabilidad climática y los recursos hídricos, identificar soluciones adecuadas y traducir todo ello en un lenguaje accesible que pueda servir a los hacedores de políticas para tomar decisiones y a la ciudadanía en general para comprender la problemática a la que nos enfrentamos.