Por Alexis Stiven Salina
Especial para Cubaescena
Carlos Rojas, crítico e investigador teatral de origen venezolano y residente en la República Dominicana, es un referente esencial en el ámbito de las artes escénicas en Latinoamérica y el Caribe. Su vida, marcada por un profundo amor hacia el teatro y el cine, es un testimonio de cómo el arte puede moldear, transformar y trascender fronteras. En una reciente entrevista, Rojas compartió sus reflexiones, recuerdos y anécdotas que delinean su carrera y su visión sobre la crítica teatral contemporánea.
Nacido en Nueva Segovia, Venezuela, el 20 de julio de 1974, Rojas recuerda con nostalgia su infancia en el centro de su ciudad natal, especialmente los días en el cine Altagracia, al que acudía con su madre, Luzmila. “Mi madre me llevaba de muy pequeño al cine, donde veía las películas como un asmático”, relata Rojas, recordando cómo esta experiencia fue su escape de las largas noches en el hospital debido a su asma. Este acercamiento al cine no solo le brindó consuelo, sino que encendió en él una chispa que, años más tarde, se convertiría en una pasión irrefrenable por el séptimo arte y la crítica.
A los diecisiete años, en el liceo Mario Briceño Iragorry, Rojas tuvo su primer contacto formal con el teatro, donde debutó como actor en una obra de Rodolfo Usigli. Esta experiencia cimentó su amor por la actuación y lo llevó a explorar el teatro no solo como intérprete, sino también como crítico y productor. “El teatro cambió mi vida por completo”, confiesa Rojas, quien encontró en el escenario una “familia teatral” que lo eligió y que lo moldeó.
La trayectoria del crítico
Graduado en Gerencia Teatral por la Universidad Nacional Experimental de las Artes (UNEARTE) en Caracas, Rojas ha dedicado su vida a la crítica y la investigación teatral. Ha colaborado en publicaciones como el Diario Listín de Dominicana, las revistas Paso de Gato de México, y Conjunto y Tablas de Cuba, destacándose por su capacidad para analizar y visibilizar los procesos creativos detrás de las producciones escénicas. Actualmente, prepara un libro titulado La Suma de Todas las Críticas, que recopila 24 años de su trabajo crítico.
La crítica de Rojas se caracteriza por su honestidad y profundidad. A lo largo de su carrera, ha sabido equilibrar su amor por el cine y el teatro con una visión crítica que ha ganado tanto admiración como antipatía. “Me convertí en un crítico que se ganó el odio de algunos por decir lo que cree, un odio que se contiene por la decencia, el respeto o ¿acaso el temor?”, reflexiona con una sonrisa irónica.
Un exilio y una nueva tierra de inspiración
El contexto político en Venezuela lo llevó a emigrar, primero a México y luego a la República Dominicana, donde ha continuado su labor artística y docente. “Necesitaba respirar nuevos aires”, comenta sobre su salida de Caracas. En este país caribeño, Rojas ha encontrado un nuevo hogar desde el cual continúa su labor como crítico y docente, compartiendo sus conocimientos con estudiantes y artistas en talleres y conversatorios.
La pasión por enseñar y el legado en la crítica
Para Carlos Rojas, la enseñanza es una extensión natural de su pasión por el teatro. A lo largo de su carrera, ha impartido clases magistrales en distintos países, transmitiendo su enfoque único y crítico sobre las artes escénicas. “No sabía que la docencia sería una vocación hasta que empecé a compartir mis conocimientos y vi el impacto que esto tenía en otros”, señala.
Rojas representa un testimonio vivo de cómo el arte puede trascender las barreras de la geografía y la política. Su vida y obra son una invitación a ver “la gloria de Dios en cada día de mi existencia”, como él mismo afirma.