La cirugía mínima invasiva asistida por robots ofrece significativos beneficios a pacientes con enfermedades cardiovasculares.
Cuando una o varias válvulas del corazón dejaban de funcionar o estaban afectadas, la solución estándar era la cirugía a corazón abierto. Sin embargo, hoy día la cirugía mínima invasiva asistida por robots ofrece grandes ventajas gracias a la tecnología de última generación.
El procedimiento para la reparación de la válvula mitral o tricúspide permite una vista magnificada de diez veces más del área, produce un menor trauma en el tórax, incisiones más pequeñas con cicatrices mínimas y recuperación postoperatoria de dos a tres semanas.
La cirugía cardíaca mínimamente invasiva, robóticamente asistida, también disminuye el uso de analgésicos y el riesgo de infección, provoca menos sangrado, y el proceso de recuperación es más corto, el cual ayuda al paciente a poder reincorporarse a la vida cotidiana y profesional más rápido, entre dos a tres semanas posterior a la cirugía.
Durante esta cirugía, el cirujano utiliza un robot desde una consola en una sala de operaciones que proporciona una vista tridimensional de alta definición, donde controlando los delgados brazos del robot refleja sus propios movimientos de brazos y muñecas.
No todos los pacientes son candidatos para el tratamiento mínimamente invasivo de la enfermedad estructural del corazón o problemas de válvulas, por lo que se requiere una evaluación de cada paciente para encontrar la solución adecuada.
El Cleveland Clinic Florida’s Heart, Vascular & Thoracic Center es el único centro en su localidad que ofrece la posibilidad de acceder a las válvulas a través de la asistencia robótica de la cirugía mínimamente invasiva.
“Nuestro proceso quirúrgico que se apoya en un sistema robótico de última generación, es el único que se ofrece en el sur de la Florida”, aseguró el cirujano José Navia, presidente de Cirugía Cardiotorácica y director del Centro Vascular y del Corazón de Cleveland Clinic, en Weston, Florida.
Testimonio
Joe Santoro de 57 años, quien es maestro de primer grado y músico, descubrió hace unos ocho años que tenía un problema de válvula cardíaca.
“Estuve visitando a un cardiólogo, me dijo que tenía una fibrilación y que necesitaría un procedimiento, entonces decidí buscar una segunda opinión”, explicó.
En ese momento fue referido al doctor Navia de Cleveland Clinic, y conoció los diferentes procedimientos hasta que optó por la cirugía robótica mínima invasiva y cinco días después de la intervención, Joe estaba listo para recibir el alta.
A menos de tres semanas, Joe volvió a sus actividades regulares y se reintegró a tocar con su banda.