Ambos equipos volverán a verse las caras este viernes, cuando comienza la Serie de Campeonato de la Liga Americana en el Progressive Field.
CLEVELAND — No hubo trifulcas en las que se vaciaran las bancas. Eso fue lo único que faltó durante los siete encuentros tensos y emocionantes que los Azulejos de Toronto y los Indios de Cleveland disputaron en la temporada regular.
Si el dramatismo de octubre se asemeja al que depararon los juegos que disputaron estos clubes en julio y agosto, habrá que abrocharse el cinturón de seguridad.
Esos encuentros incluyeron un maratón de 19 innings, disputado el 1 de julio en Toronto, así como una victoria en que Cleveland dejó sembrados en el terreno a los Indios el 19 de agosto, con cuadrangulares seguidos en el noveno inning. El segundo fue un jonrón de campo que convirtió al novato Tyler Naquin en una leyenda local.
«Yo estaba mirando por la televisión», rememoró el dominicano José Bautista, quien convalecía de un esguince de la rodilla izquierda en Florida y se perdió la serie de Toronto en Cleveland. «Hubo algunos juegos claramente apretados que tuvieron algunas jugadas tremendas».
Los Indios, que barrieron a Boston en la serie divisional de la Americana tras una campaña repleta de lesiones, encomendaron a Corey Kluber la apertura del primer duelo, frente al mexicano Marco Estrada.
Kluber brilló en su debut dentro de la postemporada. Limitó a los Medias Rojas a tres imparables y ninguna carrera en siete innings, en el segundo duelo de la serie.
El derecho, quien se lastimó un cuádriceps en la recta final de la campaña, tendrá que estar afinado ante los Azulejos, que sacudieron ocho vuelacercas para barrer a Texas y que cuentan con un temible orden al bate, de principio a fin.
«Tienen una alineación sólida, del primero al noveno», reconoció Kluber, castigado con cinco carreras y siete inatrapables en tres actos y un tercio ante Toronto, el 3 de julio. «No son sólo dos, tres o cuatro tipos los que pueden hacerte daño. Todos lo pueden hacer. Tienen mucho poder y son pacientes. Hay que ejecutar buenos lanzamientos. No hay realmente una fórmula».
El pitcheo fue el que lució durante el juego maratónico realizado en el día nacional de Canadá. Los Indios y los Azulejos lucharon durante más de seis horas en el Rogers Center, antes de que Cleveland consiguiera la victoria por 2-1.
Terry Francona, el manager de los Indios, colocó entonces en la lomita al abridor Trevor Bauer, quien estaba contemplado para lanzar al día siguiente. El derecho respondió lanzando cinco episodios en blanco.
La habilidad de Francona para manejar su bullpen quedó también de manifiesto durante la serie ante los Medias Rojas.
Aquel triunfo en innings extra coronó una racha de 14 victorias seguidas de los Indios, un récord de la franquicia. Pese al desgaste físico, la victoria tuvo un efecto anímico positivo.
«Siempre que estás en un juego así, quieres ganarlo desde el primer inning», comentó el cerrador Cody Allen. «Pero cuando disputas tantas entradas, quieres encontrar la forma de ganar. Cuando lo hicimos, nos dijimos ‘si podemos encontrar una manera de ganar este juego, podemos ganar cualquier otro'».
Troy Tulowitzki, torpedero de los Azulejos, recordó que fue un duelo de resistencia.
«Sentí que estuve en el campocorto una eternidad», señaló. «Usamos jugadores que no eran pitchers como relevistas. Ese juego se destaca porque muestra lo equilibradas que están nuestras fuerzas. Todos los juegos fueron cerrados… Para mí, éstos son los dos mejores equipos».
Y están por chocar otra vez.