Santo Domingo – 30 de octubre de 2024 — En el marco de la celebración del 507 aniversario de la Reforma Protestante, el presidente del Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE), pastor Feliciano Lacen Custodio, ha hecho un llamado urgente a la sociedad dominicana para que abrace reformas integrales que aborden los retos sociales y morales que enfrenta el país.
Durante un evento conmemorativo, Lacen enfatizó que la reforma debe comenzar en el individuo, instando a todos los actores de la sociedad a reflexionar sobre sus responsabilidades. “Hoy es necesario una reforma integral en cada dominicano,” afirmó, destacando que esta transformación debe abarcar aspectos de la familia, la educación y el Estado.
Un contexto de desafíos globales
El pastor Lacen señaló que la sociedad actual está amenazada por la influencia de organismos internacionales y poderosos grupos económicos, que buscan desestabilizar tradiciones y valores fundamentales. “En el mundo de hoy, las sociedades se ven amenazadas por la globalización, el humanismo, el relativismo y el fenómeno de la inteligencia artificial,” indicó, advirtiendo que estas fuerzas pueden despojar a las comunidades de sus valores éticos y morales.
La llamada a la fe y la acción social
En su discurso, Lacen también reflexionó sobre la importancia de preservar los principios cristianos en la iglesia evangélica, instando a una proclamación activa de la verdad del evangelio integral. “Debemos trabajar por la feligresía y la sociedad, no importando su clase social,” subrayó, enfatizando el deber de la iglesia de ser “sal y luz” en un mundo cada vez más complejo.
Además, hizo hincapié en la necesidad de atender a los más vulnerables: “Poner atención al rebaño de los débiles, los frágiles y los enfermos del alma y del cuerpo es fundamental.” Lacen destacó que estos individuos, que a menudo son olvidados por la sociedad y los gobiernos, son aquellos que claman a Dios en busca de consuelo y ayuda.
Al conmemorar la Reforma Protestante, que tuvo un impacto profundo en la Europa del siglo XVI, Lacen invitó a la comunidad cristiana a elevar sus oraciones por una iglesia más saludable y comprometida con la verdad y el amor. “La fe genuina es un motor de cambio que puede transformar corazones y mentes,” concluyó.
Con la mirada puesta en la historia y los desafíos contemporáneos, la celebración del 31 de octubre se presenta como un momento propicio para que los dominicanos reconsideren su papel en la búsqueda de una sociedad más justa y solidaria. Las palabras del pastor Lacen resuenan como un llamado a la acción y a la transformación personal y colectiva en busca de un futuro más esperanzador.