El arte escénico por historia y sabor de sensibilidad, repite su encanto como emprendimiento que conduce a reconocernos en nuestros diferendos, miserias, chispas del infinito humor necesario y el drama sorprendente que clama por acciones más allá del merecido aplauso final.
Todo el mundo escénico local se imaginó que luego de la producción de Atrévete, Toc Toc, del dramaturgo francés Laurent Baffie, ya todo estaba dicho cuando de salas de espera, teatralmente, se trata.
Pero no. La imaginación de un dramaturgo argentino de 35 años, Matías Del Federico, logró dar con la clave de configurar un efectista texto en el cual los giros de la acción actoral, divierten y sorprenden, en el contrafondo innecesario de la procacidad verbal que bien pudo haberse evitado. Muy para adultos, su lenguaje llega claramente a la a una vulgaridad amigable.
Con la comedia dramática Bajo Terapia, que ha iniciado sus funciones en el Palacio de Bellas Artes Bellas Artes, (primera producción de Karina Larrauri) se beneficia el teatro local que sale fortalecido con una interpretación coral de consistencia de parte de seis artistas d en que sobresalen la gracia de un Irving Alberti irresistible, un Kenny Grullón que evidencia su poder para pasar de un extremo expresivo a otro y tal Luis José Germán, (que ya debe cuidar su peso) al ofrecer una paleta histriónicas tan colorida como efectiva,
La Estrella volvió a evidenciar sus garras de artista que excede el ser demandada de comerciales y asignación de papeles en comedias del cine.
Esta mujer tuvo una salida (no sabemos si planeada o casual, no prevista en las acciones del director) que desestabilizó a los cinco actores, cuatro de los cuales debieron ponerse de espaldas para poder reirse a “sotto vocce”, lo que generó el aplauso más efusivo de la noche.
El instante, incorrecto desde el punto de vista técnico, fue lo más mágico de las acciones de escena. Logran altos niveles de actuación Lisbeth Santos y Karina Larrauri.
El director Manuel Chapuseaux tomó el tono y color del texto del autor argentino, para expresar en las tablas uno de los proyectos fundamentales en lo que va de año teatral.
Como pieza de humor y denuncia) Bajo Terapia puede saber que algunos de sus intérpretes figurarán en nominaciones estelares de cara a los premios que reconocen el talento nacional en escena.
La comedia, debía ser imperdible y se diferencia de producciones que tienen la auto-terapia de grupo como eje temático: Toc Toc – desternillante- y original de y Un dios salvaje, de su compatriota francesa Yasmina Reza.
No se le ocurra dejarla pasar sin disfrutar de sus volteretas orales, su ritmo trepidante y sobre todo un final de drama y denuncia, del cual sería un crimen comunicacional, contarlo.
El montaje se hace el país gracias a que la Larrauri vio el montaje en Buenos Aires y quedó bajo el influjo. Logró comprar los derechos al dramaturgo argentino Matías del Francisco, de 35 años, quien, con esta su primera pieza, ha establecido una marca como escritor que le ha hecho ganar respeto internacional y captar la atención de la escena latinoamericana. Larrauri se atrevió, apoyada por Luis José Germán, a ser productora. Le salió bien.