El consumo excesivo de comidas saludables pueden llevar al individuo a obsesionarse a tal punto, que elimina por completo las grasas, carnes rojas, huevos y lácteos de la dieta diaria, lo que podría llevarle a la desnutrición y posteriormente a la muerte.
Steven Bratman acuñó el término ortorexia para definir como trastorno alimentario la obsesión patológica por comer comida considerada saludable.
Bratman, quien acuñó el término en 1997, describe la ortorexia como una obsesión perjudicial para la salud como el trastorno obsesivo-compulsivo, con lo que el paciente considera alimentación saludable.
El sujeto puede evitar ciertos alimentos, como los que contienen grasas, conservantes, colorantes artificiales, y tener una mala alimentación. Bratman afirma que «la desnutrición es común entre los seguidores de las dietas de comida saludable.
Se estima que el 28% de la población de países occidentales, donde los más afectados son los jóvenes y las mujeres, padecen de Ortorexia.
Las personas que empiezan a sentir los efectos de este trastorno alimenticio tienden a limitar el consumo de ciertos alimentos, como son las carnes rojas, huevos, azúcares, lácteos y grasas, agravando después los síntomas hasta conducir al aislamiento social, ya que el individuo afectado tiende a sentirse superior por el nivel de vida alimenticio que lleva, comparado con el de alguna otra persona.
Estas personas se preocupan más por el tipo de alimento que consumen, en lugar de ser conscientes de la importancia que tiene una comida en el día a día del ser humano.
Dedicado a organizar su dieta y planificar con bastante tiempo lo que consumirán en el día; los enfermos con esta patología, se desplazan grandes distancias para conseguir alimentos especiales o puramente ecológicos, los pesan, analizan sus componentes y abandonan sus actividades diarias para poder llevar a cabo su obsesiva forma de vida.