Nuestra mente sabe decir mentiras, pero nuestro cuerpo no. Es por esto que saber leer los diferentes tipos de lenguaje no verbal es una habilidad que debemos dominar.
Por lo regular, las personas inteligentes tiene basto conocimiento de cómo tratar a los demás. De hecho, entienden la importancia de escuchar de manera activa y por lo tanto, también aprenden a reconocer cuando alguien miente, pues el cuerpo, de manera inconsciente es el principal delator.
Para Mark Bouton, ex agente del FBI con más de 30 años de experiencia, no basta con esperar a que a alguien le crezca la nariz como a Pinocho, tampoco es necesario echar mano de un polígrafo para saber si la persona que tienes enfrente está mintiendo. Basta con fijarte en su cara y reconocer algunas señales que delatan la mentira.
En su libro, “Cómo identificar mentiras como si fueras el FBI”, Mark comparte diferentes tips que te llevarán a entender cómo saber si alguien miente.
Mark sugiere estudiar las reacciones de las personas por medio de preguntas sencillas, nada que los haga sentir comprometidos. Así puedes analizar si tiene tics nervioso y sus reacciones arraigadas.
Después, hacer preguntas más sugestivas. Si aparecen reacciones nuevas, es muy probable que nos estén mintiendo.
Bien sea por nervios, reacciones químicas o físicas, nuestro cuerpo delata la mentira.
Aquí las señales de la mentira.
Mirar hacia la derecha
Es parecido al caso anterior pero esta vez hace referencia a lo que se escucha. Si debe responder una pregunta con respecto a algo que escuchó y mira ligeramente hacia la izquierda está “buscando” el recuerdo. Si mira a la derecha, está a punto de mentir.
De igual forma con los olores, con la variación de que la mirada es hacía el lado y hacia abajo.
Sonreír sin alterar los ojos
Las sonrisas que son genuinas alteran la piel de alrededor de los ojos revelando arrugas. Una sonrisa falsa solo se hace con la boca.
Rascarse la cara
Mark asegura que una reacción química al momento de mentir es rasquiña en la piel del rostro.
Ojos mirando de un lado para el otro.
Esto se da por la reacción natural de buscar rutas de escape cuando nos sentimos atrapados o retados.
Parpadeo rápido
“Bajo una situación de estrés, podemos parpadear 5 o 6 veces en una sucesión rápida”, asegura Mark. Esto es mucho más de lo que parpadeamos en una situación normal. Hay que tener cuidado, ya que la cantidad de veces que parpadeemos depende de varios factores.
Cerrar los ojos por más de 1 segundo
Lo normal es que el parpadeo no dure entre 100 y 400 milisegundos, hacerlo por más tiempo es un mecanismo de defensa que puede indicar falta de honestidad.
Mirar hacia la derecha y hacia arriba
“Cuando le preguntas a una persona normal, diestra, acerca de algo que supuestamente debe haber visto, si mira hacia arriba y a la izquierda, realmente está accediendo a las memorias del incidente. Sin embargo, si mira hacia arriba y a la derecha, está accediendo a su imaginación y está inventando una respuesta”, asegura Mark.