ALPENSIA. Los deportistas de Corea del Norte y de Corea del Sur que participarán en los Juegos Paralímpicos de PyeongChang desfilarán por separado en la ceremonia de inauguración del 9 de marzo, según informó este jueves el Comité Paralímpico Internacional (IPC).
El IPC ofreció a ambos países la oportunidad de marchar juntos en las mismas condiciones que los Juegos Olímpicos del mes pasado, pero después de un último día de “discusiones amistosas y positivas”
entre ambos en la Villa Paralímpica, las dos partes han decidido no marchar juntas.
“Aunque estamos decepcionados, respetamos la decisión de los dos Comités de marchar por separado. El COI hizo un gran progreso en la apertura del diálogo entre las dos naciones y creo que tener a Corea del Norte participando en los Juegos es un gran paso adelante para el movimiento paralímpico”, dijo el brasileño Andrew Parsons, presidente del IPC.
“Al final de la reunión, ambos Comités han reconocido que su participación en PyeongChang los ha acercado y los dos se han comprometido a trabajar más estrechamente en el futuro. Creo que esto subraya la tremenda habilidad del deporte para unir a los países en un diálogo positivo”, confesó el máximo dirigente del Comité Paralímpico Internacional.
Para el futuro, según el IPC, Corea del Norte se ha “comprometido a trabajar más con el movimiento paralímpico para mejorar las vidas de las personas con discapacidad”.
La representación norcoreana en PyeongChang está compuesta por 24 miembros, entre los que se cuentan los dos esquiadores que han recibido la invitación del Comité Paralímpico Internacional (IPC) para competir en el evento.
Estos dos deportistas, Kim Jong-hyon Kim y Ma Yu-chol, representarán a Corea del Norte en los Juegos, en lo que supondrá el debut del aislado país asiático en unos Juegos Paralímpicos de invierno.
Menos de dos semanas después de la clausura de los Juegos-2018, los Juegos Paralímpicos comenzaron este viernes en Pyeongchang en un contexto de distensión diplomática inaudita entre las dos Coreas, así como entre Pyongyang y Estados Unidos.
Después de los espectáculos culturales y la danza, seguidos del desfile de los deportistas, el presidente surcoreano Moon Jae-in abrió oficialmente los Juegos Paralímpicos, con la llama ardiendo ya en el pebetero. Las pruebas comienzan el sábado, con los descensos masculino y femenino en el programa.
Hasta el 18 de marzo, cerca de 670 deportistas discapacitados pugnarán por intentar conseguir las 80 medallas de oro en juego en seis disciplinas; esquí alpino, snowboard, esquí de fondo, biatlón, hockey sobre hielo y curling.
Pero más allá de lo puramente deportivo, esta edición de los Juegos Paralímpicos podría suponer un nuevo episodio en la evolución de las relaciones entre las dos Coreas, mientras que el Norte participará por primera vez en unos Juegos Paralímpicos.
Después de dos años de escalada de las tensiones, estos últimos meses estuvieron marcados por un frenesí diplomático entre el Norte y el Sur en la zona desmilitarizada (DMZ).
A comienzos de semana, una eminente delegación de Corea del Sur acudió a su vecina del Norte, por primera vez en 10 años, mientras que una tercera cumbre intercoreana tendrá lugar a finales de abril en la cuidad de Panmunjom, en el centro de la DMZ.
Unos esfuerzos de apertura bien recibidos por el presidente estadounidense Donald Trump, quien aceptó el jueves participar en una cumbre histórica “de aquí a finales de mayo” con el líder norcoreano Kim Jong Un.
En los recientes Juegos Olímpicos de Invierno (9-26 de febrero), bautizados como los ‘Juegos de la Paz’, ya se vivió un acercamiento entre ambos países asiáticos, oficialmente en guerra desde 1953.
Además de realizar conjuntamente el desfile inaugural, las dos Coreas formaron un único equipo femenino de hockey. En total, 22 deportistas norcoreanos participaron en las pruebas deportivas.
La propia hermana de Kim Jong Un, Kim Yo Jong, acudió a presenciar el desfile inaugural, y una delegación norcoreana de alto nivel hizo acto de presencia en la ceremonia de clausura.
El presidente surcoreano, Moon Jae-in, dio incluso la mano a un general norcoreano considerado como “criminal de guerra” por la oposición.
Pero no todas las tensiones han desaparecido. Aunque una delegación norcoreana compuesta por dos esquiadores de fondo, cuatro deportistas ayudantes y otras 18 personas realizará su bautismo en unos Juegos Paralímpicos, las dos Coreas no realizarán el desfile conjunto en la ceremonia inaugural por falta de acuerdo sobre la bandera.
Seúl había decidido no utilizar la versión de la bandera en la que figuran unos islotes al este de la península, un pequeño punto azul en la bandera de la unificación. Según el Comité Paralímpico surcoreano, Corea del Norte “no puede aceptar el hecho de que no se incluya (las islas) Dokdo en la bandera unificada”.
Esas islas están reivindicadas por Japón, que las denomina Takeshima. Durante los recientes Juegos de Invierno, en una entrenamiento del equipo reunificado de hockey de Corea, una bandera en al que se incluía ese punto suscitó la ira de Japón.
Seúl decidió no utilizar más esa versión de la bandera.
Más allá del reto diplomático, estos Juegos Paralímicos supondrán una nueva ocasión para los deportistas rusos para mejorar la reputación de su país, dañada por un vasto escándalo de dopaje de Estado.
Rusia también tiene prohibida su presencia en Pyeongchang, de igual modo que en los Juegos Olímpicos, pero 30 de sus deportistas paralímpicos fueron autorizados a participar bajo bandera olímpica por el Comité Paralímpico Internacional (IPC).
Una decisión que no fue bien acogida por todos, dado que dos de los 168 deportistas rusos que participaron en la reciente cita olímpica fueron excluidos por dopaje.