Los cuidados paliativos representan una forma integral de atención médica que busca dignificar la vida y garantizar el bienestar de pacientes con enfermedades graves o avanzadas. Sin embargo, muchos aún confunden estos servicios con los cuidados terminales, asumiendo erróneamente que solo son aplicables en los últimos días de vida.
La doctora Ángela Marmolejos Dumé, especialista en anestesiología, dolor y cuidados paliativos, desmitifica esta idea al destacar que los cuidados paliativos comienzan desde el diagnóstico de la enfermedad y se integran con las terapias para tratarla. “Son un acompañamiento continuo que puede extenderse durante meses o incluso años”, explica la doctora Marmolejos, graduada magna cum laude de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y con maestría en cuidados paliativos de la Universidad de La Rioja, España.
Beneficios integrales para pacientes y familias
Los cuidados paliativos mejoran significativamente la calidad de vida al aliviar el sufrimiento físico y emocional del paciente, y también proporcionan apoyo integral a las familias. Según Marmolejos, estos servicios ayudan a reducir el estrés asociado al cuidado, así como a minimizar hospitalizaciones frecuentes y tratamientos invasivos innecesarios, generando un ahorro económico considerable.
Más allá de lo físico: un enfoque holístico
Esta disciplina médica va más allá del alivio del dolor. Los cuidados paliativos incluyen apoyo emocional, espiritual y social, tanto para el paciente como para sus familiares, promoviendo un enfoque más humano y personalizado en la atención médica.
“No están destinados exclusivamente a quienes están en la etapa terminal. Inician desde el diagnóstico y se integran con otros tratamientos para garantizar una mejor calidad de vida”, señala Marmolejos, quien actualmente se desempeña como gerente médica de Pallia, un centro especializado en dolor y cuidados paliativos domiciliarios.
Retos en República Dominicana
En el país, los cuidados paliativos enfrentan desafíos importantes, como la falta de regulación específica y la escasez de profesionales capacitados. Estas limitaciones restringen el acceso y la cobertura de este tipo de atención, lo que refuerza la necesidad de educar a la población sobre su importancia.
La doctora Marmolejos concluye: “Es fundamental que tanto los profesionales de la salud como la sociedad comprendan que los cuidados paliativos no son un adiós, sino un acompañamiento para vivir con dignidad y calidad, sin importar la etapa de la enfermedad”.