República Dominicana constituye un laboratorio o archivo etnológico de América. Se trata, indudablemente, del territorio en el caribe con mayor diversidad medioambiental, historia compleja y cultura singular. Sin embargo, la tradición intelectual predominante desde la dictadura de Trujillo ha establecido la cultura dominicana como un paradigma unívoco basado en valores físicos y culturales del blanco y de lo hispánico.
Un aspecto que afecta el reconocimiento de la diversidad cultural dominicana radica en el prejuicio anti haitiano, anti negro y anti africano presente en la intelectualidad y una buena parte del pueblo dominicano.
Un interesante punto de partida para la discusión en cuestión es preguntarse ¿Por qué los españoles escogieron a Santo Domingo para su primera colonia en América?
Colon realizó en sus viajes un extenso y pormenorizado reconocimiento en todo El Caribe, incluyendo las Bahamas, Antillas Mayores y Menores, Venezuela, Colombia y parte de Centro América.
No solo en la isla llamada por los aborígenes, Haití, Bohío o Babeque- Quisqueya, solo en la mente de Pedro Mártir de Anglería, cronista que nunca estuvo en América-, el almirante de la mar oceánica levantó las primeras villas y fuertes de América, reprodujo la fauna y la flora europeas y trajo los primeros negros o moros- dos, según Bartolomé de las Casas, sino que plasmó en su testamento el deseo de ser enterrado aquí.
La colonización se asentó en Santo Domingo por ser la isla donde la población aborigen alcanzó mayor desarrollo y diversidad.
Oleadas migratorias
La arqueología ha demostrado oleadas migratorias desde el año tres mil a.C. con modos de vida –preagloalfareros, ceramistas tempranos y agroalfareros y proceso de fusión e hibridación en sus utensilios.
Los diversos nichos ecológicos como montañas, mares, lagos, valles, montañas fueron explotados por los aborígenes.
Además de los llamados tainos, existían grupos que hablaban otras lenguas como la macoriges y los ciguayos.
En su libro titulado Los inicios de la colonización de América, José G. Guerrero señala que la fusión de bandas, aldeas y tribus era un proceso generalizado desde el siglo XIII a.C., y que de sus mezclas fueron pobladas las demás islas del Caribe.
Por eso fue relativamente fácil la conquista y colonización de toda el área a partir de Santo Domingo.
La sociedad taína
La arqueología ha desmontado la visión simplista y unívoca construida por la historiografía de la “sociedad taína”, señalando que era compuesta por mezclas y fusiones de varias entidades parentales.
Una cosa era los taínos de Higüey con estrecha relación con los caribes de Puerto Rico y , otra los de Xaraguá en el oeste, con su producción de objetos suntuarios y mujeres para el matrimonio y el intercambio.
Los mimos Caribes no pueden ser vistos como habitantes exclusivos de las Antillas menores y sus ataques perseguían el objetivo de “tainizarse”, es decir, adherirse a las jefaturas de la isla de Santo Domingo.
Se sabe que el ciguayo Mayobanex no quería entregar a Guarionex porque éste había enseñado a él y a su esposa a bailar el areito, principal complejo festivo, parental y comercial de toda la región.
Para justificar la guerra y la esclavitud, Colón creó una dicotomía entre tainos (leales) y Caribes (caníbales). La reducción de la diversidad aborigen por motivos económicos y políticos fue el primer esquema reductor de la riqueza cultural en Santo Domingo.