En el marco del magno evento literario, también se realizará un homenaje especial a Juan Antonio Alix, considerado el más importante poeta popular dominicano.
Santo Domingo.- El Ministerio de Cultura y la Dirección General de la Feria del Libro dedicarán la XXI Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2018 al poeta y ensayista dominicano Lupo Hernández Rueda, miembro destacado de la Generación del 48 y una de las máximas figuras de la literatura dominicana.
El anuncio lo hizo el ministro de Cultura, Pedro Vergés, quien agregó que en el marco del magno evento literario también se realizará un homenaje especial a Juan Antonio Alix, considerado el más importante poeta popular dominicano, a propósito de la conmemoración del centenario de su fallecimiento.
Lupo Hernández Rueda nació el 29 de julio de 1930. Poeta, ensayista, abogado y profesor universitario. Se graduó de Doctor en Derecho de la Universidad de Santo Domingo. Además, realizó estudios de postgrado en Derecho Laboral comparado en Italia, Suiza y España. Dirigió la Escuela de Relaciones Laborales de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña y la Asociación Dominicana de Derecho del Trabajo y de Seguridad Social.
Entre sus obras, figuran: “Muerte y memoria”, “Manual de derecho dominicano de trabajo”, “Como naciendo aún”, “Con el pecho alumbrado”, y “La Generación del 48 en la literatura dominicana”, entre otras.
Por su parte, Juan Antonio Alix fue un escritor dominicano, nació en Moca, en 1833 y falleció en 1918. Considerado el poeta criollo por excelencia, fue un auténtico representante del pueblo, del que extrae su lenguaje y modalidades, con los que plasma en sus décimas una imagen verídica del dominicano de los tiempos de la Restauración.
Sus décimas eran solicitadas por el pueblo, que las compraba no bien estaban en circulación, si se oían en velorios, y fiestas campesinas, etc. El célebre “Cantor del Yaque” fue soldado en las luchas de la Independencia y asistió a la toma de Beler con el grado de cabo de nuestro ejército. En la Restauración, figuró entre los patriotas que se sublevaron en Guayubín en febrero de 1863, teniendo que refugiarse en Haití. Murió en Santiago de los Caballeros.