La vitamina D, también conocida como «calciferol», es una vitamina que puede estar presente de manera natural en algunos alimentos y de forma añadida en otros. Esta también se produce en el interior del organismo cuando los rayos UV de la luz solar inciden en la piel.
Escrito por: Claudia García, Dayra Muñoz, Gerard Pichardo
Esta vitamina ayuda al cuerpo a absorber y retener el calcio y el fósforo, los cuales son fundamentales para la formación de los huesos. Además, estudios de laboratorio demuestran que la vitamina D puede reducir el crecimiento de las células cancerosas, ayudar a controlar las infecciones y reducir la inflamación.
Entre sus beneficios podemos destacar el fortalecimiento de los dientes y los huesos, del sistema inmunológico, prevenir ciertos tipos de cáncer, mejorar la función cerebral y el estado de ánimo.
Cuando no se recibe suficiente vitamina D, se presenta una deficiencia de esta misma dificultando el mantenerse saludable.
La deficiencia de vitamina D es causada por una serie de factores como pueden ser no consumir la cantidad suficiente de esta vitamina en la dieta, no absorber suficiente vitamina D de los alimentos, no recibir suficiente exposición a la luz solar, tomar medicamentos que interfieren con la capacidad del cuerpo para absorber vitamina D, entre otros.
Algunas personas corren un mayor riesgo de presentar deficiencia de vitamina D, como los bebés amamantando, los adultos mayores, las personas de piel oscura (ya que estas absorben menos vitamina D del sol), personas con enfermedad celíaca, personas con obesidad, personas con bypass gástrico, personas con osteoporosis, personas con enfermedad renal o hepática crónica, personas con hiperparatiroidismo, personas con sarcoidosis, tuberculosis, histoplasmosis u otra enfermedad granulomatosa; personas con algunos linfomas, un tipo de cáncer; y personas que tomen medicamentos que afectan el metabolismo de la vitamina D, como anticonvulsivos, antimicóticos, entre muchos otros.
Tener niveles bajos de vitamina D a largo plazo puede provocar la pérdida de densidad ósea, lo que conlleva a la osteoporosis y a fracturas. En niños puede causar raquitismo, la cual es una rara enfermedad que ocasiona que los huesos se doblen y se vuelvan blandos. En adultos, una deficiencia severa puede llevar a contraer osteomalacia, la cual causa que los huesos se pongan débiles y se doblen, como también una debilidad muscular.
Debemos tener siempre en cuenta que la vitamina D para nosotros como seres humanos es fundamental en el desarrollo, la función y el mantenimiento de unos huesos sanos mediante la regulación de la homeostasis del calcio a lo largo de la vida. Suficiente cantidad de vitamina D previene la aparición de las enfermedades ya mencionadas y asegura que los procesos en los que esta vitamina participa se realicen de manera adecuada, lo cual conlleva a tener una vida más larga y de mejor calidad.
Bibliografía
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