Existen muchas maneras para dejar de fumar. También hay recursos para ayudarlo. Su familia, amigos y compañeros de trabajo pueden servir como apoyo. Pero para tener éxito, usted de verdad debe tener el deseo de dejar de fumar.
Antes de renunciar al consumo de cigarrillos, es importante saber por qué lo está haciendo. ¿Quiere estar más saludable? ¿Ahorrar dinero? ¿Mantener a su familia a salvo?.
Además algunas preguntas deben surgir con la iniciativa de renunciar a esta adicción.
¿Qué es lo que no me gusta de fumar?
¿Qué me pierdo cuando fumo?
¿Cómo afecta a mi salud el tabaco?
¿Qué nos pasará a mí y a mi familia si sigo fumando?
¿Cómo mejorará mi vida cuando deje de fumar?
¿Aún no está seguro? Cada persona tiene una razón diferente para dejar de fumar. Prepárese para dejar de fumar pensando por qué quiere dejar de fumar.
Con relación a este tema, el neurólogo, José Silié Ruiz expuso sobre los mecanismos que utiliza el cerebro humano para disfrutar del placer en todas sus variantes, acciones que por ser gratas son las que llevan al ser humano a la adicción, durante una conferencia ofrecida en el marco del Simposio internacional “Dejar de fumar” celebrado por la Universidad de San Francisco, en la ciudad anida de Quito, Ecuador.
Durante su intervención el doctor Silié Ruíz explicó, que el cerebro es una masa gelatinosa de casi un kilo y medio, de color gris, con quizás la mayor complejidad de organización que hasta ahora se haya conocido. “El cerebro humano “, es un enmarañado bosque compuesto por unos 100,000 millones de neuronas”.
Dijo que el cerebro es un “enmarañado” bosque compuesto por unas 1, 000,000 millones de neuronas, de las cuales la corteza solo tiene unos 50,000 millones.
Agregó que más que un órgano, el cerebro, alberga la maquinaria de pensamientos, evaluación de riesgos y control del deseo desbocado en ocasiones. Y es de ahí que las ansias de consumir sustancias prohibidas, los hábitos tóxicos y adicciones se imponen a la razón, a las buenas intenciones y a la conciencia del precio de la adicción”
Indicó que la dopamina, es un neurotransmisor del cerebro que tiene muchas funciones que van desde el sueño al aprendizaje, pero dos de sus principales funciones están el de la motivación y la sensación cerebral de recompensa, produciendo placer.
“Estos centros hedónicos o del placer ante un estímulo placentero liberan encefalina, que coopera para que a su vez se pueda liberar en las neuronas postsinápticas vecinas, la anadamida (canabinoide), la que interacciona con la primera neurona para intensificar el placer percibido”
Señaló que en 1953, los psicólogos James Olds y Peter Milner estaban investigando a través de un electro implantado en el cerebro de unas ratas y estimularon la sustancia reticular en ratas despiertas. “En una de las ratas el electrodo se desplazó y se situó en el septum estructura integrada al sistema emocional o sistema límbico. Cada vez que la rata recibía el estímulo volvía al área estimulada, sentía placer”.
Dijo que los estados alteradores de conciencia empujan al cerebro a un estado muy diferente de su normalidad, desde estímulos internos como la Esquizofrenia y elementos externos sustancias, tales como drogas, alcohol y tabaco.
El evento ecuatoriano, fue dedicado a la nicotina. Se considera que el tabaco fue descubierto e introducido en Europa por uno de los acompañantes de Cristóbal Colon, Rodrigo de Jerez en el 1492 desde la ciudad de Guibara en Cuba.
La acción de la nicotina cambia la función de los neurotransmisores, algunas les impiden hacer su trabajo adecuadamente donde las mono aminas, los neurotransmisores dopamina, serotonina y adrenalina, cambian su modo de acción.
La ciencia siempre ha tenido más éxito desentrañando las disfunciones del cerebro adicto que ideando métodos para arreglarlo. Hay pocos fármacos que ayudan a superar las adicciones concretas, entre ellos figura la Naltrexona, buprenorfina. “No ha habido nada nuevo en los pasados 10 años. El programa de los 12 pasos, la terapia cognitiva y otros enfoques no funcionan en todo el mundo y las recaídas son elevadas”.