Santo Domingo –RD- Hace tiempo en las páginas de El Nacional de Ahora, asumí la defensa del comunicador Frederick Martínez, víctima de injusticia cados ataques quizás por su origen humilde, o por su talento y sus logros. Ahora han regresado esos ataques, y es que el Pachá, así es más conocido, defendió a Danilo Medina y su gobierno cuando muchos de sus amigos entendimos que lo habían dejado solo.
Yo hice lo mismo desde las páginas del decano de la prensa nacional y por otros medios.
Creo que el Pachá sencillamente ejerce su derecho a defender lo que cree defendible, a hacer su trabajo como entiende mejor, y al igual que mi inolvidable Rafael Corporán ir en auxilio de los que menos tienen. Ahora ha defendido al señor Ángel Rondón con la vehemencia que lo caracteriza y sin miedo a los ataques de gente que quizás hasta se beneficiaron del rico comerciante, pero que, como las ratas, abandonan el barco.
No conozco al Pachá, nunca lo he visto, quizás como es de Santiago hasta parientes somos, pero creo que hay que respetar su forma de ser y de trabajar; y antes de criticarlo felicitarlo. Ser amigo del caído y defenderlo es de hombres verticales y honestos, cercanos a Dios que nos manda a amar y perdonar. Yo creo en la amistad como razón de vida, y por eso levanto de nuevo mi voz y uso mi pluma para defender al Pachá, nada hace más grande y noble a un hombre que defender lo que cree por encima de la envidia y malquerencia de los mediocres.
Yo creo, igual que Frederick Martínez, en Danilo Medina, más que en casi todos sus detractores, y de gratis porque en este gobierno mi familia y yo hemos pasado por la miseria y la necesidad, aunque muchos no lo crean. Creo que en este hoy que vive la nación dominicana nos estamos dejando llevar por odios irracionales que pueden llevarnos a dolorosas situaciones.
Respetémonos, y así mantendremos la paz y la unidad como pueblo.
Por: GERMÁN MARTÍNEZ