Cotuí, República Dominicana — Lo que hace apenas unos años era una alarma roja en los registros de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), hoy comienza a ser una historia de resiliencia y colaboración científica. El Gecko de Bandas de Samaná (Sphaerodactylus samanensis), un reptil endémico de República Dominicana, ha visto su categoría de amenaza descender de “En Peligro Crítico” a “Casi Amenazado”, gracias a una serie de iniciativas integradas de conservación lideradas por científicos, autoridades ambientales y el sector privado.
Este avance fue el centro del webinar “De Crítico a Casi Amenazado: Una mirada a la conservación del Gecko de Bandas de Samaná”, organizado por Barrick Pueblo Viejo, empresa minera que opera en Sánchez Ramírez. El evento reunió a expertos internacionales y nacionales en un espacio virtual que se convirtió en aula, laboratorio y foro público para discutir el impacto de la investigación aplicada y la acción ambiental conjunta.
Ciencia con propósito: el papel de la herpetología en la conservación
Entre los expositores más destacados del evento estuvo Germán Chávez, herpetólogo peruano con más de 50 publicaciones científicas en el campo de la conservación de reptiles. Chávez subrayó la importancia de los diagnósticos biológicos rigurosos para tomar decisiones efectivas en políticas ambientales. “No se puede proteger lo que no se conoce bien”, enfatizó, al compartir datos sobre las metodologías empleadas para redefinir el estatus de la especie y las áreas donde ha logrado regenerarse su hábitat.
Chávez también destacó el valor de las alianzas internacionales y regionales, especialmente cuando se trata de especies endémicas de territorios vulnerables como el Caribe. Su análisis técnico fue recibido con atención por una audiencia que incluyó investigadores, estudiantes universitarios, técnicos del Ministerio de Medio Ambiente, representantes del sector empresarial y líderes comunitarios.
Apoyo institucional y regulación: el rol del Estado
Desde el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MMARN), Mercedes Peguero, responsable del Departamento de Recursos Genéticos y Bioseguridad, explicó cómo las autoridades han respaldado estas acciones a través de permisos de investigación, contratos de acceso a recursos genéticos y el seguimiento de buenas prácticas ambientales. Este apoyo regulatorio ha sido clave para garantizar que los estudios y la recolección de datos se realicen dentro de un marco de ética y legalidad.

“Desde el Estado buscamos fomentar una ciencia que no solo sea rigurosa, sino también responsable y conectada con las necesidades de conservación de nuestra biodiversidad”, puntualizó Peguero.
Minería y medio ambiente: un caso de compatibilidad
El caso del Gecko de Bandas de Samaná ha sido presentado como un ejemplo pionero de cómo la minería moderna puede ser compatible con la protección ambiental. Barrick Pueblo Viejo, operador del proyecto minero más importante del país, afirmó que su modelo incluye criterios de conservación en la planificación del uso del suelo, monitoreo ecológico constante y colaboración con comunidades locales.
Durante el webinar, representantes de la empresa recalcaron su compromiso con la protección de las especies endémicas de sus zonas de influencia. “La sostenibilidad ya no es una opción, es un deber. Y la biodiversidad es parte de ese compromiso”, se expuso en una de las intervenciones.
Una lección de futuro
La categoría “Casi Amenazado” no implica que la especie esté a salvo, pero representa un avance significativo. En la jerarquía de conservación, cada peldaño que se sube en dirección a la estabilidad ecológica es producto de años de trabajo, inversión científica y voluntad política. El Gecko de Bandas de Samaná aún necesita protección, monitoreo y educación ambiental constante, pero ahora su historia ofrece un relato de posibilidad y cooperación.
El impacto del webinar fue más allá de sus asistentes: fue un llamado a transformar la manera en que concebimos el desarrollo y la riqueza. Una especie diminuta, hasta hace poco al borde del olvido, ha puesto sobre la mesa el poder de la ciencia, el deber del sector privado y la responsabilidad del Estado.