SANTO DOMINGO- Los Delfines de Este se apertrechan con lo mejor disponible, conscientes que el desafío incompleto la temporada pasada esta vez impone ir a por todo. Y acaban de anunciar otro portento de los campeonatos sudamericanos con el refuerzo Alejandro el “Lobito” Guerra.
Se trata de un mediocampista excampeón de la Copa Libertadores de América, con gran capacidad para hacer daño, combinando talento y su experiencia acumulada en los principales certámenes, incluyendo el mundialmente reputado y más viejo del fútbol de selecciones: la Copa América.
“Vengo con todo el deseo de aportar mi experiencia. No es una locura (dejó la primera liga brasileña). Estoy muy contento, buscando acá estabilidad emocional, y la verdad que me han recibido en grande”, fueron las primeras palabras del portentoso medio-volante.
El Lobito, que amén de su notorio palmarés viene de clubes tan grandes como el Palmeiras, además del Bahía, ambos de Brasil, y el Atlético Nacional (Colombia), reconoce la responsabilidad que implica su presencia en la Liga Dominicana de Fútbol (LDF).
El presidente del club, Hugo Catrain, no tiene dudas que la presencia de Guerra marcará “un antes y después”, definiéndolo como el paquete completo, dentro y fuera del campo.
“Estamos muy honrados de que decidiera jugar con nosotros. Tiene mucho que aportar en lo futbolístico, pero además con sus compañeros. Él pudo haber ido a otro lugar, tomando las opciones que tenía, y eso nos llena de satisfacción”, señaló el máximo ejecutivo en el encuentro con los medios.
El volante nativo de Venezuela ha dejado su impronta en el ataque durante 17 años como profesional. Su historial engloba 433 partidos, con 88 goles y 22 asistencias, incluyendo tanto anotado en la Copa América. Fue seleccionado Mejor Jugador de la Libertadores en 2016.
El volante, de 35 años, llega con el desafío de llevar los Delfines a su primera participación internacional en la Concachampiones y Liga Scotiabank Concacaf. Para intentarlo, la tropa cetácea integra una plantilla con los también estelares Carlos Heredia y Carlos Carbonero, todos de ataque y gran visión de juego.
Guerra subrayó que, ya “en paz consigo mismo”, su enfoque está en ganar con los Delfines, y ver qué le depara el futuro de mediano plazo, sin pensar aún en el retiro. “Eso no está en mi cabeza, sólo Dios sabe”.