Derek Jeter anunció sorpresivamente su desvinculación de los Marlins
de Miami el lunes, cuatro años y medio después de una gestión poco feliz, en la que no tuvo las satisfacciones de su época como jugador de los Yanquis.
Jeter asumió como CEO de los Marlins en septiembre de 2017, cuando Bruce Sherman adquirió el club a Jeffrey Loria.
Jugó con los Yanquis toda su carrera, de 1995 a 2014, y ganó cinco Series Mundiales. Fue elevado al Salón de la Fama en el 2020.
Bajo su dirección, los Marlins tuvieron foja de 218-327. Solo una vez terminaron con más victorias que derrotas, en la temporada de 2020, abreviada por la pandemia, en que finalizaron 31-29. En las otras tres temporadas completas con Jeter como CEO, terminaron 63-98, 57-105 y 67-95.
Después de militar dos décadas con uno de los equipos más ricos del béisbol, Jeter estuvo al frente de la franquicia que tiene el 27mo plantel más barato entre los 30 equipos de las Grandes Ligas, con una nómina salarial de 61 millones de dólares.
“No seguiré como CEO ni como accionista”, dijo Jeter en un comunicado difundido por un servicio de relaciones públicas, no por los Marlins. “Hace cinco años nos propusimos transformar la franquicia de los Marlins y yo, como CEO, me siento orgulloso de haber ofrecido mi nombre y mi reputación para hacer realidad nuestros planes. A fuerza de mucho trabajo, confianza y transparencia, transformamos todos los aspectos de la franquicia, reorganizamos el personal y desarrollamos un plan estratégico a largo plazo en busca del éxito”.
Agregó, no obstante, que la visión actual del club “es distinta a la que me comprometí a impulsar”.