En sus tres años en el mercado, Divano ha sido cómplice de grandes celebraciones y pequeñas y cálidas reuniones, interpretando lo que quieren comunicar sus protagonistas en cada espacio, posicionándose como un referente mundial en lo que Casa de Alquiler se refiere.
El arte de crear un ambiente radica en juntar piezas que evoquen momentos de nuestras vidas. Detalles que cuenten historias de sus dueños, sus gustos, sus viajes, en ese lenguaje no-verbal que tienen los espacios acogedores.
En sus tres años en el mercado, Divano ha sido cómplice de grandes celebraciones y pequeñas y cálidas reuniones, interpretando lo que quieren comunicar sus protagonistas en cada espacio. Sus fundadores, Carlos Camblor y Andrés Lugo, celebraron el tercer aniversario junto a los clientes más fieles de la marca, en las instalaciones de PB 107, una residencia solariega en el mágico marco de la Zona Colonial.
“Creemos firmemente que a través del mobiliario idóneo es posible narrar una historia poderosa, es posible comunicar, en un lenguaje único, el motivo de una gran celebración”, expresó Andrés Lugo, “por esto, para nosotros, es motivo de regocijo poder celebrar junto a ustedes por estos tres años de ardua labor en pos de poner a disposición de nuestro público los elementos perfectos para enriquecer cada rincón de sus eventos”.
Durante el evento se pudo disfrutar montajes del uso de sus piezas y mobiliario más emblemático, el cual apoya un portafolio de sillas, lámparas, chandelier, mesas, accesorios, bar, mobiliario de exterior, mantelería, piezas de servir, entre otros. Resaltando también la gran variedad de lo que la marca ha bautizado cómo “estilo doméstico”, esos elementos que parecen haber estado en tu casa toda la vida, lo cual crea una armonía en los espacios y nunca las hace lucir cómo alquiladas.
No obstante, el mayor “plus” que tiene la empresa son los años de experiencia de sus fundadores en la compra y las tendencias de mobiliario y diseño de interiores, lo que le ha dado el acceso a conocer el mundo y sus necesidades, tanto en Oriente como Occidente.
A esto se suma el ojo para adaptarlas a nuestra isla y crear necesidades, optando por piezas impactantes que nadie piensa que tendrían público creando esa necesidad que las convierte en objeto de deseo. La mejor manera de darse cuenta el nicho que tenía el mercado reuniendo el talento con la experiencia.