Houston (EE.UU.). (EFE). Lou Gehrig, uno de los iconos en la historia del béisbol de los Yanquis de Nueva York, tendrá a partir del próximo 2 de junio su día especial en el calendario de las Grandes Ligas.
Las mayores anunciaron este jueves que el 2 de junio será el “Día de Lou Gehrig”, una celebración anual con doble valor.
Servirá para honrar el legado deportivo del primera base y miembro del Salón de la Fama, y también creará conciencia y recaudará fondos para combatir la esclerosis lateral amiotrófica (ALS, por sus siglas en inglés), la horrible enfermedad que le dio fin a la vida de Gehrig y que de manera formal lleva su nombre.
El comisionado de las Grandes Ligas, Rob Manfred, dijo sentirse emocionado por resaltar todas las grandes cualidades que dentro y fuera del campo aportó siempre Gehrig.
Pero sobre todo el poder identificar al deporte del béisbol con la lucha contra la enfermedad ALS y crear aun más conciencia de cara a poder vencerla.
En el Día de Lou Gehrig, todos los pilotos y entrenadores llevarán un parche especial con “4-ALS” (teniendo el logo el número del uniforme de Gehrig). También habrá muñequeras disponibles que se podrán usar durante los partidos. Ceremonias y actividades adicionales serán anunciadas para cada estadio más adelante.
Gehrig se une a Jackie Robinson y al puertorriqueño Roberto Clemente con las únicas figuras con un día reservado en las Grandes Ligas en el que se les rinde honor a su legado.
La fecha del 2 de junio tiene un significado especial, ya que fue el día en que Gehrig se convirtió en el primera base titular de los Yanquis (en sustitución de Wally Pipp, quien se hizo famoso al pedir ser excluido de la alineación debido a un dolor de cabeza).
También, en la misma fecha, dos años después de haberle sido diagnosticada la enfermedad de ALS, falleció Gehrig.
Conocida como el llamado “Mal de Lou Gehrig”, ALS es una enfermedad neurodegenerativa que afecta las células nerviosas en el cerebro y la médula espinal.
Los afectados pierden la habilidad de caminar, hablar, comer y, al final, respirar. ALS puede afectar a cualquier persona en cualquier momento.
Los afectados por ALS, ponen siempre de mejor ejemplo lo ocurrido a Gehrig, de apodo el “Caballo de Hierro”, por su gran poder físico y deportista modelo, como un recordatorio de que la enfermedad puede hundir hasta al que parece más infatigable.
Aunque los científicos han hecho algo de progreso a la hora de entender la enfermedad y hay algunos potenciales tratamientos en avanzadas pruebas clínicas, no existe una cura.
Se calcula que anualmente en Estados Unidos unas 5.000 personas fallecen por causa de la ALS.
Gehrig fue diagnosticado con ALS en su cumpleaños número 36, el 13 de junio de 1939, después de varios meses de mal rendimiento y una misteriosa fatiga que lo obligaron a sacarse él mismo de la alineación de los Yanquis, el 1 de mayo del mismo año.
Su salida le costó acabar con su entonces récord de partidos consecutivos jugados en Grandes Ligas de 2.130 durante 16 años de competición.
Su marca fue superada en 1995 por otro miembro del Salón de la Fama, el excampocorto Cal Ripken Jr., de los Orioles de Baltimore.
Tras el diagnóstico, se retiró Gehrig con 493 jonrones, 1.995 empujadas, 1.888 anotadas y OPS de 1.080. En esa última categoría, está tercero en la lista de todos los tiempos detrás de su compañero de equipo en Nueva York, Babe Ruth (1.164) y Ted Williams (1.115).
Cuando los Yankees realizaron el primer “Día de Lou Gehrig” el 4 de julio de 1939 en el Yankee Stadium, Gehrig dio uno de los discursos más famosos en la historia del deporte.
“En las últimas dos semanas, ustedes han leído sobre algo de mala suerte”, expresó Gehrig. “Sin embargo, hoy me considero el hombre con más suerte en la faz de la tierra”.
Gehrig falleció menos de dos años después, pero su legado ha perdurado y ha sido una figura que nunca generó ningún tipo de polémica y por el contrario ha sido celebrada siempre tanto dentro como fuera del béisbol de las Grandes Ligas.