BARCELONA.- El Barcelona disputará, como acostumbra, los octavos de final de la Champions después de solventar su clasificación en la fase de grupos, como acostumbra, sin necesidad de apurar hasta el último día. El Borussia Dortmund llegó al Camp Nou con esperanza… Y en un abrir y cerrar de ojos Messi y Suárez le despertaron del sueño. Ganó el Barça por 3-1 un duelo que en media hora estuvo sentenciado.
Vestido con sus mejores galas futbolísticas, Messi ofreció una nueva exhibición. Goleador y asistente… Y mágico con el balón en los pies, el crack argentino convirtió su partido 700 como azulgrana en un festival, mostrando que ese Balón de Oro que debe recibir la próxima semana por sexta vez en su carrera ni se debate ni se discute.
Se entendió una noche perfecta para recuperar sensaciones y la fe después de la marejada que se vive alrededor del Camp Nou, donde cada partido, cada resultado, es recibido con críticas y dudas, dando a pensar que este Barça de Valverde está más cerca del precipicio que del éxito. Y, de entrada, todas las dudas desembocaron en una pesadilla, con un error de Rakitic en el centro del campo que regaló una ocasión de oro para el Borussia que acertó a desbaratar, gigantesco, Ter Stegen.
El susto estaba ahí, el miedo también y la incomodidad pareció apoderarse del Camp Nou hasta que Messi tomó el mando, se acompañó de De Jong, encontró a Rakitic y vio la rabia dibujada en los ojos de Suárez. Había marcado el Inter en Praga y se entendía innegociable un gol para tranquilizar los ánimos… El rival colaboró en ello.
Si el Barça está a medio camino entre la felicidad y la depresión, el Borussia Dortmund se adivina en una situación aún más difícil. Atrevido e insistente, el equipo alemán adolece de un patrón firme en su juego y si le cuesta hacerse con el control del juego, aún le cuesta más ir a remolque de un rival decidido a achucharle. Y la cosa es aún peor si enfrenta a un tal Leo Messi.
Regaló, en un abrir y cerrar de ojos, dos pases de gol a Suárez que el uruguayo solventó mandando el balón a la red. En el primero se le anuló por fuera de juego, en el segundo no hubo nada a discutir. Y cuando el Borussia se replanteaba las cosas, una recuperación de De Jong desembocó en el pase de Suárez a Messi y su remate cruzado a la red. 2-0. Fin de la discusión.
Ya no tuvo capacidad de respuesta el Borussia, arrodillado ante la magia de un Camp Nou entregado a su estrella y a sus acompañantes, un Barça grupal, alegre y optimista como hace semanas no se veía.
No hubo mucha más historia en la segunda mitad, más allá del regalo de Messi para el 3-0 de Griezmann, la tarjeta que recibió por dejarse caer ante el portero (aunque no reclamase nada), su lanzamiento de una falta a la escuadra y el buen desempeño coral de un Barça que rebajó la intensidad sabiéndose ya ganador y clasificado.
Recortó el Borussia con un golazo de Jadon Sancho pero no dio nunca la sensación de poner en peligro, a pesar de un postrero remate que entre Ter Stegen y el travesaño salvaron, el triunfo de un Barça que a lomos de Messi sentenció, como acostumbra, su pase a los octavos de final de la Champions sin necesidad de esperar al último día.
———
Ajax pone un pie en octavos de final de Champions
(EFE) – Ajax se fue con los tres puntos del estadio Pierre-Mauroy, donde se impuso al Lille (0-2) y se situó casi en los octavos de final de la Champions League, que debe confirmar cuando reciba al Valencia en la última jornada.
Al equipo de Erik Ten Hag le alcanzará con un empate frente el conjunto español para avanzar a la siguiente fase. El empate en Mestalla entre el conjunto valenciano y el Chelsea (2-2) benefició al campeón holandés, que se sitúa como líder del Grupo H y con todo a su favor para progresar en el torneo.
La diferencia en el duelo ante el Lille estuvo en la definición. El equipo galo, lejos del nivel que ofreció en la pasada campaña, enfila su despedida de Europa. Con un sólo punto en cinco partidos ni siquiera tiene opciones de pasar a competir en la Europa League.
El cuadro de Christophe Galtier fue siempre a contracorriente y cuando mejoró no tuvo puntería. A los dos minutos ya tenía un marcador adverso y el Ajax, el partido encarrilado. Fue en una combinación en ataque que culminó con un pase del serbio Dusan Tadic al marroquí Hakim Ziyech, que remató entrando al área y marcó el primero.
El equipo holandés pudo haber ampliado la ventaja antes del cuarto de hora en un mano a mano de Tadic que contuvo el meta Mike Maignan. A partir de ahí comenzó la mejoría del equipo local, así como también sus desaciertos.
En un contraataque, Jonathan Bamba tuvo el empate, pero la tiró por arriba cuando estaba solo frente a Andre Onana. El Lille tuvo otra ocasión de gol más al inicio del segundo tiempo, en los pies de Nanitamo Ikoné, quien tampoco fue preciso y definió afuera.
El Lille aprovechaba la fragilidad de la zaga holandesa y la velocidad de sus atacantes para llegar con espacios, pero luego no lograba convertir. De hecho, es un equipo que acumula 335 minutos sin marcar.
El Ajax, con menos, lograba más. Obtuvo el segundo gol a la hora de juego, con un gran pase al espacio de Hakim Ziyech que culminó Quincy Promes.
El Lille disfrutó de una ocasión doble poco después; primero con un remate de Jonathan Bamba y a continuación otro de Yusuf Yazici en una inmejorable posición. Sin embargo, apareció el arquero Onana, que rechazó los dos.
Tras un gol anulado por mano a Zivech, el Ajax pudo haber ampliado su ventaja también con un tiro al palo de Donny Van de Beek.
El partido ya se destrabado, con el juego de un área a otra sin pausa, y nunca estuvo en peligro el triunfo del equipo visitante.
———
Los goles de Lautaro y Lukaku hacen que el Inter dependa de sí mismo
Lautaro (dos goles y una asistencia sin tocarla) y Lukaku (un gol, dos asistencias y dos tantos anulados) fueron los héroes, una vez, de un Inter que terminó arrasando al Slavia (1-3) y que depende ahora de sí mismo en la última jornada ante el Barça. Si ganan a los azulgrana en San Siro, los italianos pasarán como segundos. Si no, dependen del Borussia Dortmund contra el Slavia.
Lautaro Martinez fue la gran estrella interista, marcando de nuevo, esta vez un doblete, en su quinto gol en cinco partidos. Sólo dejó de anotar ante el Slavia en casa. Lautaro es el quinto argentino en ‘mojar’ por cuarto choque de Champions consecutivo, tras Hernán Crespo Ezequiel Lavezzi Sergio Aguero y Lionel Messi.
Ya con 1-0, hubo una jugada curiosa y clave en ese momento del partido. Fue entre los minutos 35 y 37. De Vrij hizo un posible penalti en su área. La acción siguió hasta una situación de ataque interista, en la que Lautaro, robando un pase en defensa, asistió a Lukaku, que marcó. Sin embargo, el VAR avisó de esa primera acción de posible penalti, y el árbitro, tras consultar, concedió el penalti y anuló el 0-2. Soucek metió el penalti y el choque se igualó 1-1.
El Slavia planteó, como es habitual en el equipo checo, un juego ofensivo, con dos ocasiones iniciales perdidas por Soucek y Stanciu. El Inter, que ya le sufrió en la ida en Milán, no sabía cómo meterle mano hasta que llegó el citado tanto de Lautaro Martínez (1-0). Los italianos salieron con su habitual esquema, aunque con la sorpresa del español Borja Valero como pivote posicional.
La segunda parte, tras unos primeros 15 minutos de tregua, supuso más dominio del Slavia, que siguió con su estilo atacante. Sólo a partir del minuto 64, el Inter se deshizo de este dominio con un disparo al larguero de Lukaku de cabeza. Seguidamente, un disparo de Brozovic también se fue al palo. A partir de ahí, el partido fue italiano.
El choque entró en un ida y vuelta, producto del atractivo estilo del Slavia y de las ganas del Inter de llevarse el triunfo. Pero en ésas, el Inter arrasó… hasta llegar al minuto 80, en el que un balón en largo lo dejó pasar Lautaro, en un asistencia sin tocarla, y la carrera en solitario de Lukaku tuvo el premio del gol a puerta vacía (1-2).
El 1-3 fue obra del citado Lautaro, tras un pase excepcional de Lukaku (250 goles en 513 partidos), cuando agonizaba el partido. Al final, goleada interista y el Inter depende de sí mismo.
———
El ‘tanque’ Dzyuba tumba al Lyon y pone el grupo G patas arriba
Artem Dzyuba es uno de los delanteros más particulares de Europa. Su gran corpulencia le hace ser una ‘bestia’ en los duelos, una pesadilla para los defensas rivales y un arma muy útil cuando su equipo quiere jugar en largo. Sin embargo, sus 91 quilos no le impiden ser un ariete con bastante movilidad, que cae a banda y posee calidad para asociarse con sus compañeros, activar a los centrocampistas que se le presentan viniendo de cara o hasta dar asistencias.
En el mejor momento de su carrera, el impacto de Dzyuba ya traspasa las fronteras de la Liga rusa y llega a Europa. Con un tanto del delantero ruso, el Zenit derrotó (2-0) al Lyon y se reenganchó a la pelea por estar en octavos.
Con este resultado, el grupo G se pone patas arriba. El RB Leipzig, líder, suma nueve puntos, a falta de su duelo con el colista Benfica (tres unidades). Zenit y Lyon llegarán a la última jornada empatados a puntos, pero con los rusos por delante debido a su empate en Francia y al triunfo en su estadio. En la última ronda, los Benfica-Zenit y Lyon-RB Leipzig serán verdaderas finales.
El partido quedó marcado por la floja actuación de los franceses. Sin el lesionado Depay, que suma cuatro goles en la competición, y tampoco sin Aouar, Rudi García realizó un cambio que no le terminó de salir del todo bien. Jason Denayer, habitualmente central, jugó de mediocentro, en una opción que puede estar relacionada con el poderío en el juego directo de los rusos, que siempre buscan a la pareja Dzyuba-Azmoun en largo.
No obstante, Denayer estuvo siempre bastante perdido en la medular, condicionando el juego ofensivo de su equipo. El Lyon generó poco peligro y, tras un intento de Kuzyaev que se fue por encima de la portería de Anthony Lopes, llegó el 1-0 de unos rusos muy eficaces. Tras saque de esquina botado por Douglas Santos, Artem Dzyuba se impuso a Marcelo para poner a los locales por delante. Fue el octavo tanto del ruso en Champions, igualando el plusmarquista de su país, Andrei Tikhonov. Este curso, Dzyuba suma ya 16 dianas entre curso y selección. Está ‘on fire’.
Tras el descanso, Moussa Dembélé tuvo el 1-1 en su cabeza, pero no tuvo buena puntería. Rudi García tiró de banquillo, poniendo al joven de 16 años (nació en agosto de 2003) Rayan Cherki. Pero, sin Depay -que soluciona muchos problemas por si mismo, el Lyon fue un equipo muy plano. Y el Zenit, con un plan de juego muy pragmático, supo llevar el partido a su terreno. En el 84′, Ozdoev puso la sentencia. El Zenit de Dzyuba sueña con los octavos.