Se trata de la novela del oscarizado guionista y escritor William Godman autor del libreto de «Dos hombres y un destino» y «Todos los hombres del presidente.
La princesa prometida fue escrita como una parodia de los cuentos de hadas, que fue llevada a las salas de cine a finales de la década de los 80.
‘La princesa prometida’ vio la luz en las librerías en 1973 y nos presentó a Buttercup y Westley, dos jóvenes enamorados que acabarían por enfrentarse a todo tipo de peligros con tal de poder estar juntos.
En su camino se encontrarían con el Príncipe Humperdinck y su plan para hacerse con el poder, el cruel Conde Rugen o el curioso trío formado por Vizzini, Fezzik e Íñigo Montoya. Las idas y venidas de estos personajes arquetípicos por el inventado país de Florin van dando lugar a una emocionante historia que alcanzaría la gran pantalla en 1987.
El éxito de la novela de Goldman, quien falleció a principios de noviembre de este año a los 87 años, no fue tanto el encanto de su historia, o de sus míticos personajes, sino que el autor supo renovar uno de los géneros más antiguos y difundidos de la literatura, encontrando el punto exacto para combinar los elementos clásicos del cuento de hadas que nos lleven a la infancia con un tono irónico y un trasfondo complejo que satisfaga a la parte más reflexiva y madura de los lectores.
Godman, hizo que pudiéramos visualizar qué hay más allá del “fueron felices para siempre”, y más bien, creó una historia para todas las edades más lejos de la utopía y más cerca de la realidad.
La versión cinematográfica contó con el autor como guionista y co-director y eso aporta un cariño extra a la cinta, cuyo creador supo adaptar a otro medio sin que perdiera la esencia que la convirtió en una buena historia en primer lugar.
20th Century Fox compró los derechos el mismo año en que salió la novela pero el proyecto quedó en stand by hasta 1987.
Más de 500 actrices optaron por el papel de la prinbcesa Buttercup, entre ellas Meg Ryan y Whoopie Goldberg, antes de elegir a Robin Wright.
Los excelentes combates de espada que se aprecian en el filme, fueron ideados por Bob Anderson, maestro de armas que también participó en Star Wars y El Señor de los Anillos.
Cabe señalar que Mandy y Patinkin (Iñigo Montoya) y Cary Elwes (Westley) practicaron esgrima durante meses para hacer ellos mismos su mítico duelo de espadachines.
El papel de Fezzik fue interpretado por el luchador de wrestling André el Gigante, que medía 2.26 metros. Aunque la película no tuvo buena acogida en taquilla, su fama aumentó con el tiempo y acabó por convertirse en un clásico de los 80. Al punto que aún en plano siglo 21, todavía se escucha la frase “Me llamo Íñigo Montoya. Tú mataste a mi padre, prepárate para morir” o “Como desees”. ‘La princesa prometida’ sigue siendo un clásico del cine cargado de nostalgia y una magia única.