La Asociación Dominicana de Administradoras de Riesgos de Salud (ADARS) revela en su último Newsletter un dato alentador para quienes padecen o temen desarrollar la enfermedad de Parkinson: el ejercicio físico puede reducir el riesgo de contraerla hasta en un 30%.
Según los estudios citados en el boletín, la actividad física de alta intensidad realizada tres veces a la semana puede ralentizar los síntomas de la enfermedad e incluso revertir insuficiencias motrices. Esta revelación ofrece esperanza a quienes enfrentan los desafíos de la EP, una enfermedad neurodegenerativa caracterizada por la lentitud y torpeza de movimientos, rigidez, temblor en extremidades y dificultades en la marcha y el equilibrio.
La buena noticia es que el ejercicio físico no solo puede ayudar a prevenir la enfermedad, sino que también puede mejorar la calidad de vida de quienes ya la padecen. Además de ralentizar los síntomas, el ejercicio puede mejorar la plasticidad cerebral y proteger contra la degeneración del sistema nervioso.
Con una adecuada evaluación, tratamiento y apoyo familiar, los pacientes de Parkinson pueden seguir siendo productivos y mantener una buena calidad de vida. Esta revelación refuerza la importancia de promover estilos de vida activos y saludables para combatir no solo la enfermedad de Parkinson, sino también otras condiciones de salud crónicas.