El gobierno alemán mantiene el objetivo de lograr el regreso del público a los estadios de fútbol, pese al preocupante ascenso de los contagios con el coronavirus registrado estos días y a la espera de que los clubes concreten sus planes.
«No hay obstáculos de forma general contra ese retorno. Todo depende de que los conceptos que presenten los clubes sean convincentes», apuntó un portavoz del Ministerio del Interior, del que depende los deportes dentro del ejecutivo federal.
Se trata de lograr que «se respeten los estándares de higiene y distanciamiento» tanto en el interior del estadio como al acceder y al abandonar el recinto, recordó esa fuente. Si los conceptos son «convincentes» se podrán llevar adelante, añadió.
La Liga Alemana de Fútbol (DFL) ha elaborado un plan, que ya sido tramitado ya a los 36 equipos de la primera y la segunda Bundesliga, para el regreso de los espectadores a los estadios.
Será un retorno restringido, tanto en lo que concierne al aforo como a la prohibición de la venta de bebidas alcohólicas y la eliminación temporal de los puestos de pie, según se conoció ayer.
Además, se eliminará por tiempo no determinado el contingente de entradas para el equipo visitante, un 10 por ciento, para reducir los viajes de aficionados.
El plan deberá ser votado el próximo martes en una asamblea de los 36 clubes. Posteriormente será analizado tanto por el gobierno federal como por los poderes regionales, a los que corresponderá implementar las medidas pertinentes.
Otro aspecto del plan es el registro de todos los asistentes al estadio para poder hacer un seguimiento si se presentan casos de contagio.
La Bundesliga deberá reanudarse el 18 de septiembre mientras que algunas restricciones que rigen en Alemana en la lucha contra el coronavirus relativas a los grandes eventos estarán vigentes al menos hasta el 31 de octubre, con la posibilidad de que sea prorrogadas.
El propio gobierno de la canciller Angela Merkel ha expresado estos días su preocupación por el alto número de nuevos contagios, después de que hacia mediados de junio y principios de julio se lograra estabilizar la situación.
Actualmente, según las cifras del Instituto Robert Koch (RKO), en Alemania hay unos 6.000 pacientes activos, entre el total de 206.926 contagios verificados desde el principio de la pandemia, que en el país ha provocado 9.128 muertos.
Pese a reconocer que el país ha sido menos castigado otros socios de la UE por la pandemia, el gobierno observa con preocupación los nuevos contagios.
Durante meses los nuevos contagios lograron mantenerse entre los 300 y los 500 diarios; sin embargo en los últimos días las cifras han llegado a superar los 800.
Además, no se trata de un aumento localizado sino de algo que ocurre en toda Alemania. Hace pocas semanas llegó a haber 150 distritos en los que no registraron nuevas infecciones. Ahora sólo hay 95 distritos sin nuevos casos, según el RKI.