En un entorno empresarial cada vez más regulado y competitivo, el compliance se ha convertido en un pilar fundamental para el funcionamiento de las organizaciones. Este concepto se define como un conjunto de políticas, procesos y prácticas diseñadas para fomentar una cultura ética, forjar una cultura de trabajo o negocios a largo plazo y promover el cumplimiento normativo, evitando sanciones y riesgos.
El compliance debe ir de la mano con la estrategia y la visión de la organización para ser realmente efectivo, lo que requiere una cohesión recíproca. Estas acciones no solo aseguran el cumplimiento de las leyes y regulaciones vigentes, sino que también contribuyen a la sostenibilidad tangible de la empresa, fortaleciendo su integridad y reputación en el mercado.
Originalmente, esta metodología surgió en entidades reguladas como el sector financiero, energético y en empresas cotizadas en bolsa. Actualmente, el compliance moderno incluye el cumplimiento normativo en otras áreas como: anticorrupción, protección de datos, competencia, laboral, medio ambiente y sostenibilidad, y otras materias específicas de la industria y el entorno en el que se desarrolle la organización.
Para Ginny Castillo, Gerente Senior de EY Law en Guatemala, estos son los desafíos más comunes al implementar el compliance en las empresas:
- Entendimiento: El concepto puede ser tan genérico y amplio como concreto, dependiendo de la industria y el apetito al riesgo. El primer desafío es entender qué abarca el compliance, qué objetivos se pretenden alcanzar y a qué riesgos está expuesta la organización.
- Convicción: Supongamos que la organización reconoce la necesidad de implementar y asesorarse en materia de compliance. Pero, ¿están convencidos o es solo por inercia? La convicción de la alta dirección (Tone from the Top) es clave, ya que deben transmitir con certeza las razones para implementar un programa de cumplimiento y adherirse a una cultura de ética, legalidad e integridad.
- Comunicación: Aprender a comunicar, entender el foro y el mensaje que se transmite, ya sea a proveedores, clientes, colaboradores, accionistas o gerencias. La comunicación debe mantenerse de forma permanente, concreta, oportuna e incluso creativa.
- Mejora continua: Implementar un programa de compliance no es un proyecto con fecha de inicio y fin. Mientras la organización exista, el compliance y sus pilares deben revisarse, actualizarse, innovarse y mantenerse en miras de mejora continua. A menudo se confunde con algo estático, cuando en realidad busca todo lo contrario.
¿Cuál es el beneficio más tangible de usar compliance?
“El desarrollo y establecimiento de conductas éticas esperadas que forjan una cultura de trabajo o negocios a lo largo del tiempo, evitando sanciones, riesgos o daños a la reputación de la organización y quienes se asocian a ella, directa o indirectamente”, reafirma Ginny Castillo.
El resultado más inmediato es el fortalecimiento de valores institucionales, lo que resulta en una legitimación y retención de confianza de la organización frente a su entorno. Con el desarrollo de un programa de cumplimiento sólido a lo largo del tiempo, se alcanza la sostenibilidad de la organización, previniendo catástrofes corporativas que impacten su reputación, trayectoria, valor y operación.