Si navegamos en internet encontramos miles de publicaciones que aseguran develar el secreto de la felicidad. Algunas investigaciones y otros argumentos motivacionales.
Una de las afirmaciones más objetivas es la planteada por la doctora Emma Seppälä, directora del Centro para la Investigación y la Educación de la Compasión y el Altruismo de la Universidad de Stanford, en el libro ‘The Happiness Track: How to Apply the Science of Happiness to Accelerate Your Success’ (Piatkus).
En su obra, la psicóloga revisa decenas de investigaciones sobre la felicidad para llegar a la conclusión de que el bienestar y el éxito no son incompatibles sino complementarios.
A propósito de este tema, el señor Ramón Octavio Soriano, un dominicano que se instaló en Añasco, Puerto Rico, hace casi 50 años, una persona a la que admiro, respeto y agradezco infinitamente, me comparte un interesante relato que describe de manera metafórica “el secreto para ser feliz”, el que con mucho agrado comparto con los lectores de DiarioSocialrd.com
Una tarde de verano tres hermanos caminaban tranquilamente sobre un descampado, cuando de pronto en un agujero, se encontraron con la felicidad, la cual les sorprendió diciéndoles: cada uno de ustedes debe pedirme un deseo y se lo cumpliré al instante.
El primer hermano le pidió dinero a la felicidad. Entonces la felicidad lo convirtió el hombre más rico del mundo.
El segundo hermano le pidió a la felicidad una mujer hermosa y su deseo fue concedido de inmediato, la felicidad le dio como esposa a una de las modelos más hermosas del planeta.
El tercer hermano no pidió su deseo tan rápido primero se puso a pensar durante varios minutos, luego se inclinó sobre el agujero. En ese momento, la felicidad le preguntó: ¿Y tú que deseas? El tercer hermano sorprendió a la felicidad con su respuesta: Lo mimo te pregunto yo ¿Qué necesitas, te puedo ayudar en algo? Entonces, la felicidad replicó: “Sería realmente feliz si alguien me ayuda a salir de aquí”. Entonces, el tercer hermano puso todo su esfuerzo en sacar a la felicidad de aquel agujero. Y finalmente se marchó sin pedir ningún deseo. Desde ese momento, la felicidad lo siguió para siempre a todas partes.
Moraleja:
La felicidad consiste en disfrutar diariamente de lo que tenemos, no es esperar a que suceda algo extraordinario.
Ser feliz es una decisión que debemos tomar todos los días, y que no depende de las condiciones de la vida que uno tenga, sino de la actitud con la cual enfrentamos los problemas.
La felicidad es decidir ser feliz
La felicidad no es un objeto que se gana y se posee en un bolsillo para acariciarlo cuando lo necesitemos. La felicidad vive en nuestro interior.
Haz que tu felicidad no dependa del tiempo, porque cambia; ni del dinero, porque se acaba; ni de las emociones, porque te traicionan; ni de las personas porque somos imperfectos.
La felicidad se alcanza cuando lo que uno piensa, lo que uno dice y lo que uno hace están en armonía.
Y finalmente la felicidad nace en el interior de uno mismo no se puede dar ni quitar, pero si se puede compartir.