El tomate en todas sus formas y variedades, es conocido por sus propiedades antioxidantes, para hidratar y rejuvenecer la piel, pero… ¿Sabías que el tomate también es un aliado de la próstata?
Aquí te contamos porqué.
El tomate contiene licopeno, un antioxidante que se fija en los tejidos de la próstata y evita la presencia de células malignas.
El licopeno se encuentra también en la sandía, el pomelo rosado, el albaricoque (damasco) y la guayaba, pero no en cantidades tan elevadas como en el tomate y sus derivados.
Los tomates, además de contener licopeno, son ricos en vitamina A, vitamina C, calcio y potasio. Su consumo disminuye el factor de riesgo de cáncer, así como enfermedades cardiovasculares.
¿Cómo funciona el licopeno para evitar el cáncer de próstata?
Esta una sustancia encontrada en los tomates es capaz de neutralizar la acción oxidante de los radicales libres. Libera electrones en la sangre que son captados por los radicales libres y evitan el daño en las moléculas y las membranas celulares, por lo que se disminuye la generación de células cancerosas.
Aquí te presentamos las 7 razones para consumir tomate.
- Reduce los riesgos de accidentes cerebrovasculares
- Reduce el colesterol
- Por su efecto diurético, ayuda a expulsar toxinas
- Combate infecciones
- Fortalece el sistema inmune
- Protege la piel de los rayos ultravioletas
- Favorece la rápida cicatrización de heridas
Según el portal ComeFruta.es, algunos estudios científicos aseguran que el tomate ayuda a prevenir algunos tipos de cáncer (páncreas, estómago, próstata y digestivo).