Con apenas 18 años, el escritor, considerado como la promesa de la literatura dominicana de este siglo conversó en exclusiva para DiarioSocialRD.Com sobre su romance con la literatura
Emil Cerda es una rara especie de literato, cuyo lenguaje inexplicable ha causado revuelo entre los expertos en la retórica.
El escritor, poeta, y creador de la literatura farsante, comenzó su trayecto por los caminos de la poética con apenas 12 años, con su primera novela titulada Más allá de lo espiritual, donde el personaje central es el propio autor y rompe la cuarta pared, o sea, que habla con el lector de manera directa.
En la obra, el joven narra de forma ilusoria y extraordinaria su encuentro con Dios y su lucha por lograr el perdón.
Al conversar en exclusiva para DiarioSocialRD.Com, el escritor confiesa su afinidad con Charles Bukowski, porque es un poeta maldito, bohemio e dependiente, con una existencia trágica, lo que hace que se identifique con él. A su juicio, ambos comparten el hecho de haber tenido una vida lúgubre.
“No es fácil de describir, realmente mi vida personal ha sido difícil. Esa musa de la melancolía ha hecho que la tristeza sea uno de mis principales estímulos, me inspiro y escribo en una especie de trance, en el que no sé lo que escribo”, asegura el joven autor de “autografiando culos”.
De ahí nacen esos escritos singulares, como una marca personal de autor, como es el caso de la obra Crimen sin sospechoso.
Influenciado por el gongorismo y realismo sucio
Al igual que Miguel Ángel, Góngora y Boukosky han sido personajes determinantes en la vida del joven poeta.
“Soy una parte de Boukosky y una parte de Góngora porque soy culterano barroco. Pongo términos difíciles de entender, por eso he tenido disputa con algunos literatos dominicanos y personas que me creen inteligente por utilizar palabras poco comunes en mis obras”.
Emil es poseedor del récord en aplicar la mayor cantidad de figuras retóricas en una obra literaria, empleando más de 200 en total, en el poema “La buscona», dedicado a su ex pareja de origen argentino, la poetisa Micaela de la Fuente. “Esta obra, que es parte de mi nueva antología titulada Iktsuarpok narra mis temas personales con ella. Es una extraña mezcla contentiva de anáfora, epifora, eufemismos, metáforas, alegorías etc”, nos dice.
Sobre la Literatura Farsante
La meta de Cerda, ha sido siempre que le identifiquen como autor. Entiende que si Emilio Rodríguez Demorizi, el abuelo de su madre, es el autor dominicano con más obras escritas, porqué él, quien lleva entre sus venas la sangre de escritor no puede establecer un sello. Una marca personal.
Aparte de ser un poeta maldito, como Paul Verlaine, el joven autor hizo de la prosa poética su vida, plasmada desde lo irreal a lo real. Su obra se desliza por sus íntimas y singulares realidades, existentes en su quimérica ilusión.
Sus ángeles y demonios
El que conoce de los poemas de Emil sabe que en su interior hay ángeles y demonios que conviven en una lucha constante por la supremacía. Al respecto, el autor nos cuenta que ha podido lidiar con ambas figuras, desde que comenzó a escribir “Más allá de lo espiritual, “en un momento de inspiración y tristeza.
Sobre Lujuria
Entre los escritos del joven dominicano, se encuentra Lujuria, un libro que está incluido en Acronoslogía hermética.
En la obra, el escritor habla del amor, del desamor, del yo quiero, y del “algo me lo impide”.
Se trata de un libro dedicado a un tórrido romance entre Junior y Karemy, el dominicano, ella mexicana, quienes luego de un intenso noviazgo cibernético viven en Santo Domingo y tienen un hijo.
Finalmente, el creador de la literatura Farsante define “el amor” en una sola palabra: Dios. Entiende que todo farsante sabe que Dios se traduce en amor, supremacía y perfección.