Por el título parecería que se trata de una persona extraña, y posiblemente lo sea. Una especie de utopía entre la cordura y la locura
Cuando supe de Emil Cerda, pensé en los noveles escritores que buscan un espacio a costa de palabras rebuscadas del diccionario, combinadas con una que otra lirica poética, gastada por el uso y abuso de algunos escritores infames.
Sin embargo, mi extrañeza fue aún mayor, cuando hurgando en internet encontré a Poeticus.com una interesantísima página que cuenta con una extensa selección de los mejores poemas y relatos escritos en español e inglés por los grandes maestros de la lengua, allí estaba la obra de Emil.
En el joven dominicano, encontré al creador de la Literatura Farsante, un erudito que se escuda en ropa de estúpido, que maneja de forma especial un lenguaje llano, simple, sustancioso y erótico, capaz de arrastrar al lector hasta que el cansancio visual diga basta, pues empiezas leyendo “Acronoslogía Hermética”, su obra más emblemática, y fácilmente continuas sin parar hasta llegar a “Autografiando Culos” o “Risas”, donde el escritor revela que si muere joven, entonces amó, si muere de viejo, comprendió que el odio también ama.
En lo particular, confieso que no conocía a Emil. Me quedé en los 20 Poemas de Amor de Neruda. Posiblemente me dejé marcar por “La Vida en sueño” de Calderón de la Barca o la popular decimería de Juan Antonio Alix y su “Gallera de la Laguna Prieta”.
Para que mi sorpresa sea aún mayor, este joven, que apenas acaba de cumplir 17 años, es un erudito, cantante, poeta, cuentista, prosista, bloguero, maestro de ceremonias, paremiólogo (frasista) y hasta rapero.
Sus obras siempre han sido «alternativas», y con un lenguaje sumamente abstracto. Emil es culterano-barroco y surrealista.
Ha escrito prosas, cuentos, prosas poéticas, novelettes y poesías. Emil se considera como: «el único escritor que no le gusta leer, pero que lo hace aun no deseándolo».
Este joven oriundo del Ensanche La Fé, inició su carrera como escritor desde lo doce años, y escribió sus novelas cortas: Más allá de lo espiritual VOL.1 y VOL. 2.
Nunca llegó a pensar que ser escritor iba a ser uno de sus talentos; poco después, estando en clases de Circuitos Lógicos, entró inspiración en él (cosa que él mismo no sabe expresar con certeza) y empezó a escribir una de sus prosas poéticas más famosas: La Verdad llama, pero no obliga. Desde entonces, comprendió que ser escritor era de uno de sus atributos.
Si aún no lo conoces, te invito a conocer de este singular personaje, que de seguro dará mucha agua de beber durante los próximos años.
Búscalo en Instagram como : @emilcerda06