Santo Domingo, República Dominicana— El exrector de la Universidad Tecnológica del Cibao Oriental (UTECO) ha expresado su preocupación ante la reciente propuesta de fusionar el Ministerio de Educación (MINERD) con el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCyT). En declaraciones, calificó la iniciativa como inviable si no se lleva a cabo con una socialización amplia y un análisis profundo de sus implicaciones. Su principal inquietud radica en las diferencias fundamentales entre ambas entidades, que tienen propósitos y estructuras distintas, lo que podría generar efectos negativos para el sistema educativo del país.
Diferencias fundamentales entre MINERD y MESCyT
El exrector subrayó que las funciones de los dos ministerios son complementarias pero distintas. El MINERD se encarga de la educación inicial, básica y media, mientras que el MESCyT gestiona la educación superior y promueve la investigación y el desarrollo científico. Unir estas dos entidades podría, según él, socavar la calidad educativa, ya que cada una responde a necesidades y desafíos específicos.
A nivel internacional, la tendencia educativa favorece la descentralización, que permite una gestión más especializada de cada nivel educativo. “La fusión podría diluir las fortalezas de cada ministerio y afectar directamente a la formación académica de los estudiantes en cada etapa”, advirtió el exrector.
Enfoque económico versus calidad educativa
Una de las motivaciones detrás de la propuesta de fusión ha sido el ahorro de costos. Sin embargo, el exrector considera que este enfoque pasa por alto el aspecto más importante: la calidad educativa. “No se debe desvestir un santo para vestir otro”, mencionó, refiriéndose al riesgo de sacrificar la calidad en la educación básica y media por un supuesto ahorro que podría beneficiar a la educación superior.
En un contexto donde la educación se enfrenta a grandes retos debido a la digitalización, el aprendizaje híbrido y el uso creciente de la inteligencia artificial, la separación de funciones es clave para garantizar un enfoque adecuado a cada nivel educativo. Según el exrector, fusionar ambos ministerios sin un plan bien definido podría afectar la autonomía y calidad de las universidades, muchas de las cuales son instituciones no estatales.
La necesidad de una discusión amplia
El exrector enfatizó que cualquier reforma de esta magnitud debe ser el resultado de un proceso de socialización abierto, con la participación de todos los sectores involucrados en el sistema educativo. “Es imperativo convocar a las asociaciones de universidades, sindicatos de profesores y otras partes interesadas para debatir la propuesta y asegurarse de que se tomen las decisiones más beneficiosas para el país”, subrayó.
La falta de una mesa de diálogo es lo que más preocupa al exrector, quien sostiene que cualquier cambio en la estructura ministerial debe tener en cuenta las lecciones aprendidas durante la pandemia. “Acabamos de pasar por una crisis que afectó severamente al sistema educativo en todos sus niveles. Debemos ser prudentes antes de tomar decisiones apresuradas”, agregó.
Alternativas a la fusión
En lugar de fusionar ministerios, el exrector sugiere que el gobierno implemente estrategias para despolitizar los procesos educativos y mejorar la eficiencia operativa de cada ministerio. Propuestas como reducir exenciones fiscales a grandes empresas y reinvertir esos recursos en el MESCyT o imponer un impuesto selectivo a corporaciones para financiar la investigación y el desarrollo (I+D+I) podrían fortalecer la capacidad de ambos ministerios sin sacrificar la calidad educativa.
Además, el MINERD debe concentrarse en mejorar los indicadores de rendimiento educativo, como los resultados de las pruebas PISA, mientras que el MESCyT debe seguir liderando la evaluación y acreditación de las instituciones de educación superior, garantizando su adaptación a los desafíos contemporáneos.
La propuesta de fusionar el MINERD y el MESCyT ha abierto un debate sobre la dirección futura de la educación en la República Dominicana. El exrector de la UTECO insiste en que la prioridad debe ser la calidad educativa, y que la independencia de cada ministerio es esencial para que cada nivel educativo reciba la atención y recursos necesarios para enfrentar los desafíos de un mundo en constante evolución.
La fusión, sin un debate inclusivo y profundo, podría generar más problemas que soluciones. Por tanto, el país necesita un enfoque estratégico y consensuado, con miras a fortalecer la educación como pilar del desarrollo nacional.