LONDRES. Liberty Media, un conglomerado estadounidense de medios de comunicación, adquirió el miércoles la Fórmula Uno, la serie más prestigiosa del automovilismo mundial, con un desembolso de 4.400 millones de dólares.
En una entrevista con The Associated Press, el jefe comercial de la Fórmula Uno, Bernie Ecclestone, dijo que retendrá sus funciones al tiempo que la F1 entra en una nueva era bajo el control de Liberty Media. El grupo tiene como accionista mayoritario al magnate estadounidense John Malone.
Pero Ecclestone tendrá un jefe. Se trata de Chase Carey, el vicepresidente ejecutivo de la rama de entrenamiento de 21st Century Fox que asumirá la función de director ejecutivo de la F1.
La Fórmula Uno cuenta con cientos de millones de aficionados y Carey indicó en un comunicado que ve una oportunidad para que crezca más. Ecclestone se expresó optimista de que Liberty dispone de los recursos, conocimientos y visión para fomentar el crecimiento de la F1, sobre todo en Estados Unidos.
“Se vienen muchas cosas nuevas que vamos a introducir, modernizar… Estoy muy pero muy contento de que pueden sumarse y hacer cosas (por este deporte”, dijo Ecclestone a la AP.
Liberty señaló que, inicialmente, compró un paquete minoritario de 18,7%, por 746 millones de dólares. La adquisición debe completarse en marzo de 2017. El actual accionista mayoritario de la F1, el fondo de inversiones CVC Capital Partners, y otros vendedores mantendrán un 65% de las acciones de Formula One Group y tendrán derecho a participación en la mesa directiva.
Pero CVC, cuya primera inversión en la F1 se remonta a 2005, cede el control del deporte a Liberty, poseedora de todas las acciones con derecho a voto.
La compañía indicó que el acuerdo calcular el valor de la F1 en unos 8.000 millones de dólares, incluyendo la deuda.
Malone es también el dueño de los Bravos de Atlanta del béisbol de Grandes Ligas y también cuenta con inversiones en la compañía de cable Charter; Liberty Global, compañía telefónica europeas; compañías de televisión por cable y la compañía de radio satelital Sirius XM.
La F1 regresó a Estados Unidos en 2012 después de cinco años de ausencia con una carrera en Austin.
“Llevo años tratando de hacer cosas en Estados Unidos, pero no he sido muy exitoso”, había dicho Ecclestone previamente. “Tratamos, pero quizás hay gente que pueda hacerlo”.
Sobre la supremacía de la serie NASCAR en el automovilismo estadounidense, Ecclestone indicó que “ellos son los que deben preocuparse”.