Por Ramón Grullón
Este sábado 22 de febrero, el calendario nos recuerda la grandeza de un hombre cuya trayectoria y corazón trascienden fronteras. En un día especial, celebramos no solo los logros de George O. Acevedo, sino también la esencia misma de su ser: un hombre de gran humanidad, un trabajador incansable y un orgullo para su patria, la República Dominicana.
George es, ante todo, un ser humano cuya generosidad y espíritu solidario se reflejan en cada acción que emprende. De esos amigos que no solo están en las buenas, sino que también son luces de apoyo en momentos de necesidad. Con una sonrisa cálida y un alma de oro, sabe hacer de su vida un tributo al servicio de los demás.
Su historia, como ejecutivo en JPMorgan Chase, es una que merece ser contada. Su travesía comenzó en 1988, cuando, desde las raíces humildes de un cajero en Nueva York, George fue escalando con determinación y visión hacia los puestos más altos de la institución. Cada paso de su carrera ha sido una lección de perseverancia. Gerente de distrito en Texas, gerente de mercado en Houston, y actualmente Director General y Divisional de la División Sur de la región, supervisando miles de empleados y cientos de sucursales.
Sin embargo, a pesar de tan impresionantes logros profesionales, lo que más resalta es su capacidad para poner en primer lugar el bienestar de las personas que lo rodean.
Su liderazgo, siempre enmarcado en el respeto y la empatía, ha tenido un impacto positivo en comunidades que van más allá de la esfera corporativa. No es solo un líder empresarial, sino también un pilar en la filantropía, cofundando y apoyando múltiples organizaciones sin fines de lucro durante más de 20 años. Este compromiso altruista ha dejado huellas profundas, y sus acciones han sido reconocidas por entidades gubernamentales y comunitarias, destacando su labor en el South Florida Business Journal, donde ha sido nombrado entre los 250 líderes más influyentes durante más de una década.
George ha sido un ejemplo de la grandeza que reside en la humildad, un hombre cuyo esfuerzo diario ha creado un legado de inspiración. Lejos de la fría distancia que a veces caracteriza a quienes ostentan el éxito, George sigue siendo un hombre de familia, un amigo fiel, y un auténtico representante de lo mejor de la República Dominicana. Con su esposa Ana y sus hijos Brian y Brandon, su vida no solo refleja el triunfo profesional, sino también el amor, la dedicación y el respeto hacia los suyos.
Al mirar la bandera dominicana ondeando en los rincones del mundo, muchos piensan en la belleza de sus paisajes o en el ritmo contagiante de su música. Pero, hoy, también podemos ver la imagen de un hombre que lleva con orgullo ese emblema, luchando por el bienestar de su comunidad y dejando su huella en cada lugar que pisa.
Este 22 de febrero, mientras celebramos su cumpleaños, no solo conmemoramos el paso de otro año en su vida, sino también la fortaleza de su espíritu, su inquebrantable compromiso con la gente y su indomable amor por su patria. A George Acevedo, hombre de buen corazón y alma solidaria, le rendimos homenaje con respeto, admiración y gratitud. Que este día sea solo un reflejo de todo lo bueno que has sembrado a lo largo de tu vida.
¡Feliz cumpleaños, George! Salud, éxitos, amor, paz, prosperidad y larga vida.
