Este domingo murió Kobe Bryant, uno de los mejores basquetbolistas de todos los tiempos, en un accidente aéreo ocurrido cuando el helicóptero en el que viajaba junto a otras ocho personas, incluida su hija Gianna María, se precipitó y explotó en un monte ubicado en la ciudad de Calabasas, Los Ángeles. Si bien aún no se han confirmado las causas de la tragedia, los expertos apuntan a la intensa niebla que había en el momento.
La zona donde se estrelló la aeronave es muy intrincada, lo que ha dificultado la muy delicada labor de recuperación de los restos de las víctimas, así como de las pruebas para determinar las causas del incidente. Finalmente, este martes por la mañana, la oficina de medicina forense informó que los cuerpos de las nueve personas que fallecieron en la tragedia fueron encontrados.
Los restos de tres víctimas fueron recuperados el domingo, y los otros seis, el lunes, indicó un comunicado. “Actualmente, los investigadores están trabajando activamente en la identificación de los fallecidos. Además, se están realizando exámenes corporales”, señaló el texto.
El domingo, ya se habían recuperado tres, aunque no habían sido identificados. “Estamos esperando a que medicina forense termine su trabajo de identificación, están ocupados recuperando los restos en este momento, es una tarea muy difícil y va a tomar tiempo, así que sean pacientes”, había declarado el sheriff de Los Ángeles, Alex Villanueva.
Bryant, de 41 años, viajaba en su helicóptero privado desde el condado de Orange, donde vivía, hasta su academia deportiva Mamba en Thousand Oaks, donde su hija de 13 años iba a jugar un partido de baloncesto.
El basquetbolista volaba junto a su hija Gianna María. En la aeronave también estaban Christina Mauser, de 38 años, entrenadora del equipo en el que jugaba la menor y otras dos menores integrantes del plantel, Alyssa Altobelli y Payton Chester, acompañadas por familiares. John y Keri Altobelli, padres de Alyssa, y Sarah Chester, madre de Payton, quienes también perdieron la vida. Por último, Ara Zobayan, de 50 años, fue el piloto que no pudo superar las duras condiciones climáticas.
Jennifer Homendy, miembro de la la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTBS), dijo que los investigadores permanecerán el resto de la semana recolectando pruebas. “La escena del accidente es bastante devastadora”, señaló, agregando que los restos de la aeronave están esparcidos a lo largo de unos 180 metros.
“Estaremos aquí unos cinco días en la escena para recoger las pruebas perecederas”, añadió. “No estamos aquí para determinar la causa del accidente, no la determinaremos en la propia escena”. Homendy indicó además que el helicóptero no tenía caja negra, lo que no es un requerimiento para este tipo de aeronave.