Pedro Angel
Santo Domingo. – En los últimos años, la industria farmacéutica nacional ha producido y captado el 25 por ciento de las ventas de medicamentos en Centroamérica y el Caribe, con visión de seguir expandiéndose.
El crecimiento de la industria farmacéutica en el país ha sido impulsado por la creciente demanda de medicamentos de alta calidad, con un aumento sostenido del 10 por ciento anual y hasta un 15 % de su producción destinado a la exportación.
Sobre este enfoque en inversiones, en los últimos cinco años, las farmacéuticas dominicanas han realizado inversiones superiores a los 300 millones de dólares para adecuar las plantas y procesos de fabricación a las normativas de buenas prácticas de manufactura contenidas en los Informes 32 y 37.
La información está contenida en un comunicado de la Asociación de Industrias Farmacéuticas Dominicanas (INFADOMI), a propósito de la participación en un evento celebrado en Washington.
Ludwig García tomó esa referencia para destacar que la República Dominicana es un destino clave para el nearshoring en la industria farmacéutica, estrategia en la que empresas extranjeras trasladan parte de sus operaciones o procesos a un país cercano a su lugar de origen.
Dijo que para el desarrollo de esa modalidad de producción de empresas el país cuenta con la infraestructura necesaria, incluyendo puertos y aeropuertos certificados para el manejo de productos farmacéuticos.
Precisó que esto facilita el acceso rápido a mercados clave como Estados Unidos, América Latina y a rutas hacia y desde Europa.
El nearshoring permite aprovechar ventajas como proximidad geográfica, husos horarios similares, afinidades culturales y lingüísticas, y en muchos casos, menores costos operativos en comparación con su país de origen.
La afirmación del presidente de INFADOMI fue planteada en la séptima edición de Dominicans on the Hill, el evento más importante de la diáspora dominicana en los Estados Unidos.
En la actividad, realizada en Washington, García enfatizó que la pandemia evidenció las vulnerabilidades de las cadenas de suministro globales.
Precisó que, sin embargo, a diferencia de lo que ocurrió en muchos otros países, en República Dominicana no hubo escasez de medicamentos y la industria farmacéutica nacional fue capaz de responder a la creciente demanda de productos, adaptándose rápidamente, con un enfoque en la regionalización de la producción.
“Nuestra cercanía con Estados Unidos, junto con nuestra capacidad de producción y el cumplimiento de certificaciones de reguladores de alta vigilancia, como la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA), de Colombia; y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), de México, nos convierte en un socio ideal para asegurar una cadena de abastecimiento ágil y confiable”.
Destacó la importancia de fortalecer las alianzas estratégicas con organismos internacionales y las autoridades regulatorias para continuar mejorando la competitividad del sector.
La afirmación del presidente de INFADOMI fue planteada en la séptima edición de Dominicans on the Hill, el evento más importante de la diáspora dominicana en los Estados Unidos.
En la actividad, realizada en Washington, García enfatizó que la pandemia evidenció las vulnerabilidades de las cadenas de suministro globales.
Este evento anual, organizado por el congresista Adriano Espaillat, reunió a líderes comunitarios dominicanos, estudiantes, ciudadanos y funcionarios electos de todo el país.
Es la organización que representa y defiende los intereses de los laboratorios productores de medicamentos en la República Dominicana.
La integran 33 laboratorios farmacéuticos nacionales.
