Durante la Semana Santa existe el riesgo de consumir casi el doble de calorías necesarias en una sola semana, lo que puede contribuir al aumento de peso.
Según indica la doctora Glennis Contreras, nutrióloga clínica del Centro de Gastroenterología, el principal error es el consumo de bebidas alcohólicas y azucaradas en abundancia, ya que aportan una cantidad muy elevada de azúcares, aditivos y gases que van hacer que las digestiones sean mucho más pesadas.
Con el fin de no caer en extremos, en debilidad o excesos en estas fechas, lo recomendable es planificar correctamente para el asueto.
Para lograr este objetivo debemos la especialista recomienda:
Seguir con una rutina alimentaria de cinco comidas al día, sin saltarse ninguna comida.
Eludir las comidas copiosas o pesadas. La mejor opción es elegir un plato único como pescados, mariscos, carnes magras acompañado de ensalada, verdura o gazpacho.
Evitar alimentos ricos en grasas, alimentos refinados, salsas y fritos.
No tomar en gran cantidad bebidas azucaradas, helados de crema grasosa y snacks.
Beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día. Además, realizar a diario 30 o 40 minutos de actividad física.
