Cuando en la Hungría pronazi del final de la Segunda Guerra Mundial comenzaron las deportaciones de judíos a campos de exterminio, Keleti logró salvarse con documentos falsos.
Formó parte de la delegación húngara en los Juegos Olímpicos de 1948 en Londres, pero no pudo presentar sus ejercicios por una lesión, y fue en las dos siguientes citas donde se llevó los oros.
Después de los juegos de 1956 se instaló en Israel, donde trabajó como entrenadora y profesora universitaria, participando en la formación de profesores de gimnasia.
Tras la caída del Telón de Acero, en 1990, volvió a Hungría.
Los primer ministros de Hungría, Viktor Orbán, y de Israel, Benjamin Netnayahu, han felicitado a la atleta en su cumpleaños y alabado su trayectoria, mientras que el presidente del NFPB , Jenö Kamuti, le entregó el premio en una ceremonia en una sinagoga de Budapest.
“La carrera como gimnasta y profesora universitaria de Ágnes Keleti estuvo caracterizada por la aceptación, la tolerancia, lo que es una de las ideas básica del Fair Play”, aseguró Kamuti, según recoge el portal deportivo Nemzetisport.