La leche ha estado presente en la alimentación humana desde el período prehistórico llamado Neolítico y los múltiples beneficios que nos proporciona su ingesta no admiten discusión: resulta muy nutritiva, es una fuente de calcio, proteínas de elevado valor biológico, aporta grasas, hidratos de carbono, minerales, agua y vitaminas.
Además, previene la osteoporosis, aunque no la combate si ya se ha adquirido; posee un efecto uricosúrico (ayuda a eliminar el ácido úrico a través de la orina), promueve el crecimiento de la flora bacteriana intestinal e impide el desarrollo de gérmenes patógenos en el intestino.
Pero ¿sabías que la leche tiene excelentes propiedades cosméticas?
La leche ha jugado durante siglos el papel de auxiliar de la belleza y Cleopatra, esa reina egipcia famosa tanto por sus amoríos con Julio César y Marcos Antonio como por su gran hermosura, atribuía la tersura y suavidad de su piel a los baños que se daba con este alimento líquido.
Por su contenido de ácido láctico, que es rico en proteínas, biotina, hidratos de carbonos y grasas; actúa como protector frente a agresiones externas y como exfoliante, por eso es un ingrediente muy utilizado en la fabricación de cremas, mascarillas, geles, jabones y otros cosméticos, ya que suaviza, hidrata y blanquea.
Además de contribuir a que tengamos un cutis terso y luminoso, se puede utilizar la leche, con excelentes resultados, para calmar las molestias que producen las quemaduras y salpullidos y también para eliminar rojeces.
Incluye la leche en tu rutina de belleza
Como desmaquillante: Empapa un copito de algodón con un poco de leche (preferiblemente fresca) comienza a eliminar los restos de maquillaje. Tu cara quedará perfectamente limpia.
Para hidratar: Si viertes un poco de leche en una toallita o algodón y te humedeces el rostro, inmediatamente verás que reduces la resequedad de tu piel.
¡Báñate con leche! Llena la bañera con agua y agrégale una taza de leche, para que todo tu cuerpo reciba los beneficios de este cosmético natural.
Mascarillas caseras
Ingredientes:
- Una cucharada de leche
- Una cucharada de gelatina sin sabor
Mézclalos en un recipiente hasta formar una pasta y coloca en el microondas durante 10 segundos. Luego, auxiliándote de un pincel o brocha, aplícalo sobre las zonas en donde desees eliminar puntos negros. y déjalo secar durante 10 minutos. La lava el rostro con agua tibia y aplica una crema nutritiva, que será bien aprovechada porque los poros absorben mejor.
De leche y miel
Ingredientes:
Una cucharada de leche
Una cucharada de miel
Una clara de huevo
Mezcla los ingredientes en un recipiente y posteriormente aplica esta mescolanza en todo el rostro. A los 15 minutos la retiras, lavándote con agua tibia.
Leche y azúcar
Ingredientes:
Una cucharada de azúcar
Una cucharada de leche entera
Tres cucharadas de agua
1/2 limón
Vierte el agua en un recipiente y le añades el jugo de medio limón. Se formará una leche agria a la cual agregarás una cucharada de azúcar, a fin de eliminar las células muertas de la piel. Cuando la mezcla se torne homogénea, aplícala sobre el rostro limpio con un pincel, algodón o las yemas de los dedos. Masajéate con movimientos circulares.
Leche harina y limón:
Ingredientes:
Una cucharada de harina.
Dos cucharadas de leche.
Preparación: Agrega la harina y luego la leche y remueve hasta formar una mezcla perfectamente homogénea. Luego añade el limón, lo dejas un par de minutos y empieza a aplicártelo con un algodón, brocha o directamente con tus manos, las cuales deben estar perfectamente limpias.
Ojo: Es recomendable no almacenar la mezcla, sino preparar al momento de ser utilizada. Asegúrate que los utensilios que emplearás estén completamente limpios, así como tus manos y tu rostro.