Bajo el resplandor de la Navidad y el eco majestuoso de melodías eternas, la Fundación Fiesta Clásica celebró su tradicional concierto navideño en la histórica Iglesia Regina Angelorum. Una noche en la que el arte, la esperanza y la música sinfónica se unieron para deleitar a un público cautivado por el talento de los más jóvenes.
El evento, que contó con la participación de estudiantes del coro infantil y juvenil de la fundación, marcó un hito en la temporada navideña de la Ciudad Colonial. La “Misa de Coronación” de Wolfgang Amadeus Mozart y una selección de villancicos navideños se alzaron como los puntos culminantes de un repertorio cuidadosamente elegido para honrar el espíritu de la época.
Talento y transformación social a través de la música
Dirigida por la filántropa Corinne Bouygues de Gobbi, la Fundación Fiesta Clásica es más que una academia musical: es un semillero de esperanza. Desde su creación en 2015, ha brindado formación gratuita en música clásica a niños y adolescentes vulnerables de la República Dominicana, proveyéndoles también los instrumentos necesarios para su aprendizaje.
La disciplina y entrega de los jóvenes músicos fueron palpables durante toda la velada, recibiendo ovaciones de pie en varias ocasiones. Cada nota interpretada resonó como testimonio de una transformación profunda en sus vidas. Muchos de ellos, provenientes de entornos de escasos recursos, encuentran en la música una vía de superación personal y una herramienta de cambio de conducta.
Un legado que perdura
La Fundación Fiesta Clásica no solo forma músicos; también construye sueños y allana caminos hacia un futuro mejor. Cada concierto es un recordatorio del impacto del arte en la sociedad, demostrando que la música tiene el poder de transformar vidas y de inspirar a comunidades enteras.
Al finalizar el evento, los asistentes se retiraron con el alma henchida de música y el corazón lleno de gratitud, reconociendo que la Navidad es, también, un tiempo para celebrar la belleza que nace de la solidaridad y el esfuerzo colectivo.
La noche del concierto en la Iglesia Regina Angelorum quedó inscrita como un tributo a la perseverancia, al arte y a la esperanza, dejando una huella imborrable en los corazones de quienes tuvieron el privilegio de asistir.