(HealthDay News) — La pobreza severa es una amenaza para la salud y el desarrollo de los niños pequeños, sugiere un estudio reciente.
«La pobreza profunda, que afecta a unos 3.9 millones de niños pequeños, sin duda hace que una gran cantidad de niños de EE. UU. sean vulnerables a problemas de la salud y del desarrollo que limitan sus oportunidades en la vida», dijo la autora principal del estudio, Sheila Smith. Smith es directora de niñez temprana del Centro Nacional de Niños en Pobreza de la Facultad de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York.
Los investigadores analizaron datos de EE. UU. recogidos entre 2011 y 2013. Se concentraron en los niños menores de 9 años, comparando a los que vivían en una pobreza profunda (que se definió como unos ingresos familiares por debajo del 50 por ciento de la línea de pobreza federal) con los que eran pobres pero no estaban en pobreza profunda, y los que no eran pobres.
Los niños en una situación de pobreza profunda eran más propensos a ser obesos que los de los otros dos grupos. El estudio también encontró que los niños en situación de pobreza profunda tenían unos niveles de plomo en sangre que eran tres veces más altos que los de los niños pobres, y más de 17 veces más altos que los de los niños que no son pobres.
Unos niveles altos de plomo en sangre se asocian con problemas del aprendizaje y de la conducta, señalaron los investigadores.
Los investigadores también encontraron que los niños en situación de pobreza profunda eran más propensos a tener padres con una salud física o mental mala o regular, y un estrés parental más frecuente. Los niños en situación de pobreza profunda también eran más propensos a tener padres que carecían de respaldo social y seguridad en el vecindario.
Esas circunstancias familiares se asocian con una mala salud y problemas en el desarrollo de los niños, según los autores.
En comparación con los niños de los otros dos grupos, es menos probable que los padres de los que viven en pobreza profunda consideren que sus hijos están «creciendo muy bien».
«Para dar a los niños pequeños una oportunidad justa de tener éxito en la vida, debemos fortalecer las políticas de la red básica de seguridad, lo que incluye la Asistencia Temporal para las Familias Necesitadas, ampliar Medicaid en todos los estados para no dejar a los padres que tienen una salud deficiente sin cobertura médica, e invertir en programas que han resultado efectivos para ayudar a las familias a vencer las adversidades de forma que sus hijos puedan crecer bien», enfatizó Smith en un comunicado de prensa de la Columbia.