La historia del hombre va ligada a la eterna búsqueda de afrodisiacos naturales que contribuyan a potenciar la sexualidad.
Los afrodisiacos tienen su raíz etimológica en la diosa símbolo de erotismo, sensualidad, placer y fertilidad: Afrodita. A lo primero que se recurrió fue a plantas y alimentos cuya forma se parecía mucho en su estado natural a los órganos sexuales masculinos y femeninos.
Según un artículo publicado en Aliméntate , en la antigüedad, la búsqueda de la fertilidad era paralela a la del placer, debido a la elevada mortalidad infantil y la imperiosa necesidad de tener descendencia.
Testículos de toro
Los primeros afrodisíacos se elaboraron a base de testículos de animales, como el toro o el león, por aunar la fuerza y su valentía a su potencia sexual. Y evolucionaron hacia manjares o plantas exóticas.
Poco deseo
Detrás del poco deseo sexual se esconden tanto motivos físicos como psicológicos. Esta actividad está regulada por las hormonas sexuales, entre las que destacan la testosterona, los estrógenos o la progesterona. A su vez, estas se sintetizan en el organismo a través de la alimentación.
Clásicos afrodisíacos
No solo hablamos del consumo de los considerados como clásicos afrodisiacos, como es el caso de la canela, el chocolate, las ostras o la miel, sino también de otros productos que provocan diversas reacciones e influyen directamente en el apetito sexual del individuo.
A propósito de fin de año mostramos tres clásicos que debes recordar para elevar tu deseo y potencia sexual
Anís
Complemento fundamental para las cenas navideñas, pero si en lugar de rascar la botella con un tenedor para animar el cotarro, pegas un traguito, subirás la temperatura más allá de la zona de villancicos y la noche de paz, noche de amor, en familia.
Ya en tiempos de los griegos y los romanos éstos chupaban las semillas de anís para obtener efectos estimulantes, y en Oriente es común utilizarlo como tratamiento natural para curar la impotencia así como esencia de iniciación para los recién casados.
Además, sus pequeñas y aromáticas semillas son la base del Pernod, una bebida francesa que se puso de moda en Europa en el siglo XIX y que es reconocida por sus efectos afrodisíacos.
Jengibre
Tal y como ocurre con la canela, uno de los afrodisíacos naturales más conocidos en todo el mundo, entre las múltiples propiedades del jengibre –desde curar resfriados hasta prevenir enfermedades cardiovasculares– está la de ayudar a mejorar la impotencia sexual en los hombres y aumentar la libido femenina.
Es considerado un antidepresivo natural, al que se le han atribuido beneficios como acabar con los dolores de cabeza o los mareos y facilitar la digestión.
Miel
Por algo llaman al viaje de novios ‘luna de miel’. Se considera que este dulce natural es afrodisíaco gracias a su alto contenido en minerales y vitaminas B y C que aumentan la producción de hormonas sexuales en el organismo aumentando los niveles de testosterona en sangre a los poco minutos de haberla consumido.
La miel, pasa rápidamente al torrente sanguíneo y sus efectos estimulantes actúan de un modo casi inmediato.
Mezclado con jengibre, especialmente en países árabes, se utiliza como un remedio natural para la fatiga sexual. Pero no es algo exclusivo de estas partes del mundo. En países como México, la miel virgen, sin purificar ni refinar, es un antídoto popular para los hombres que padecen impotencia y algunos aborígenes de Bolivia utilizan por qué (residuo de la miel silvestre) para combatir la esterilidad en hombres y mujeres.
Espinacas
Los vegetales de hoja verde no sólo son buenos para la salud, sino que también ayudan en el impulso de su vida sexual. Está claro que Popeye, además de fuerte, debía tener bien contenta a Olivia porque el consumo de espinacas ayuda a incrementar y regular nuestra libido.