El rapero hizo su esperado debut en Coachella acaparando el centro del escenario, rodeado por una pantallas LED volumétricas 3D azul con una emotiva interpretación de «Flores en Anónimo».
Scott Hutchinson
Poco después, las pantallas comenzaron a levantarse mostrando imágenes con apariencia humana del nominado al Latin GRAMMY, lo que permitió a los fanáticos verlo claramente. Tan pronto se reveló por completo, Eladio se apoderó del Gobi Tent con su energía electrizante que hizo que la multitud saltara. La energía solo continuó intoxicando a los asistentes mientras los llevaba en un viaje de su repertorio con canciones como “Mbappé,” “Tata,” “Tusi,” “Coco Chanel,” “Me Gustas Natural,” “Cuevita,” y “Kemba Walker,” entre otras.
Carrión fluía entre el rap y el canto de manera única durante su actuación, desplegando líricas de amor, desamor y perseverancia que lo conectaron con los fanáticos a un nivel muy personal. Ante una multitud totalmente compenetrada por su voz suave y ritmos pegajosos, Carrión reafirmó aún más su poder de estrella y presencia en el escenario. Su estilo único y sus letras que interpelan, sumado a la capacidad de fusionar diferentes géneros a la perfección mantiene a los fanáticos nuevos y antiguos cautivos de principio a fin.
Esta deslumbrante presentación, en una edición consagratoria de Coachella hacia la música latina, llegó poco después del lanzamiento del sencillo más reciente de Carrión, “Triste Verano” en colaboración con la estrella latina del trap Anuel AA. Acumulando más de 6.3 millones de visitas en solo 3 días en YouTube, el video alcanzó el #1 en «Trending Worldwide» de la plataforma.
