Especialistas exhortan a la población a priorizar la prevención y el cuidado ocular para evitar problemas irreversibles
Santo Domingo, abril de 2025 – La salud visual es un pilar esencial en la calidad de vida de las personas, influyendo en la seguridad, el rendimiento académico y profesional, así como en la capacidad de disfrutar plenamente las actividades diarias. Ante esta realidad, el Instituto Espaillat Cabral, reconocido centro oftalmológico de la República Dominicana, hace un llamado a la población para que adopte medidas preventivas y realice chequeos regulares, independientemente de la edad o la presencia de síntomas.
Desde la infancia hasta la vejez, los ojos están expuestos a diversos factores que pueden comprometer su función y bienestar. La detección temprana de enfermedades visuales y el seguimiento médico adecuado son fundamentales para prevenir problemas irreversibles que afectan la autonomía y calidad de vida de los pacientes.
Infancia: la base del desarrollo visual y el aprendizaje
En la niñez, una visión saludable es determinante para el proceso de aprendizaje. Diversos estudios han demostrado que los problemas visuales no diagnosticados pueden estar relacionados con dificultades en la lectura, la escritura y el rendimiento académico.
Entre las afecciones más comunes en esta etapa se encuentran los defectos refractivos, como la miopía (dificultad para ver de lejos), la hipermetropía (dificultad para ver de cerca) y el astigmatismo (visión borrosa o distorsionada). También es crucial detectar a tiempo la ambliopía (ojo vago) y el estrabismo (desviación ocular), ya que, de no ser tratados en la infancia, pueden comprometer la visión binocular y afectar el desarrollo visual a largo plazo.
Adultez: el impacto del estilo de vida en la salud ocular
En la edad adulta, la exposición prolongada a pantallas digitales, la falta de protección ocular ante la luz ultravioleta y el uso inadecuado de lentes de contacto pueden generar fatiga visual, sequedad ocular y visión borrosa. Estos síntomas, aunque inicialmente pueden parecer inofensivos, pueden derivar en afecciones más graves si no se toman medidas preventivas.
Además, el uso indiscriminado de medicamentos oftálmicos sin prescripción médica, como gotas vasoconstrictoras, puede generar dependencia y agravar problemas preexistentes. “Así como controlamos la presión arterial o realizamos chequeos cardiológicos, nuestros ojos también necesitan atención médica periódica”, señala el Instituto Espaillat Cabral en su comunicado.
Tercera edad: prevención de enfermedades oculares degenerativas
Con el envejecimiento, aumentan los riesgos de padecer enfermedades oftalmológicas progresivas que pueden causar pérdida de visión irreversible. Entre las más frecuentes se encuentran:
• Cataratas: opacidad del cristalino que nubla la visión y puede requerir cirugía para restaurarla.
• Glaucoma: enfermedad del nervio óptico asociada a una presión intraocular elevada, que puede causar ceguera si no se trata a tiempo.
• Degeneración macular relacionada con la edad (DMRE): deterioro progresivo de la retina que afecta la visión central y limita actividades como la lectura y la conducción.
Muchas de estas condiciones son silenciosas en sus etapas iniciales, por lo que los especialistas recomiendan realizar exámenes visuales preventivos al menos una vez al año a partir de los 40 años, especialmente si hay antecedentes familiares de enfermedades oculares.
La prevención como inversión en calidad de vida
El Instituto Espaillat Cabral enfatiza la importancia de la concienciación sobre el cuidado ocular en todas las edades, promoviendo la adopción de hábitos saludables como:
• Uso de lentes con filtro UV para proteger los ojos de la radiación solar.
• Reducción del tiempo de exposición a pantallas digitales y aplicación de la regla 20-20-20 (descansar la vista cada 20 minutos, mirando a 20 pies de distancia por 20 segundos).
• Evitar la automedicación y acudir a consultas oftalmológicas regulares.
• Mantener una alimentación balanceada, rica en antioxidantes y vitaminas A, C y E, esenciales para la salud ocular.
“Proteger la salud visual es una inversión en bienestar, sin importar la edad. La detección temprana y el tratamiento oportuno son clave para evitar complicaciones que pueden afectar de manera irreversible la calidad de vida”, concluye el comunicado del Instituto Espaillat Cabral.
El llamado de los especialistas es claro: el cuidado de la visión no debe ser una prioridad solo cuando aparecen los síntomas, sino una práctica constante a lo largo de toda la vida.