La UEFA no quiere una Eurocopa sin público en la grada y podría retirar la organización a algunas de las doce ciudades-sede repartidas por el continente si no están en condiciones de contar con espectadores en el estadio, lo que añade presión a las autoridades locales.
«Si una ciudad propone un plan a puerta cerrada, no será automáticamente excluida» pero los partidos que deberían disputarse allí «podrían» ser trasladados «a otras ciudades que tienen la capacidad de acoger espectadores», indicó la instancia europea a la AFP.
El presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, había asegurado el domingo al diario croata Sportske Novosti que los partidos de la Eurocopa (11 junio-11 julio), un torneo que ya fue retrasado un año por la pandemia respecto a sus fechas iniciales en 2020, no se disputarán «ante gradas vacías».
«Todos los anfitriones deberán garantizar la presencia de aficionados«, había insistido el dirigente de la UEFA, que hasta ahora se planteaba cuatro opciones para cada ciudad: estadio a plena capacidad, del 50 al 100% de espectadores, del 20 al 30% o a puerta cerrada.
«Sin fundamento e irresponsable»
Ideada en su día por el expresidente de la UEFA Michel Platini para celebrar los 60 años del torneo, este formato inédito debe tener lugar en Ámsterdam, Bakú, Bilbao, Bucarest, Budapest, Copenhague, Dublín, Glasgow, Múnich, Roma, San Petersburgo y Londres (semifinales y final en la capital británica).
En un momento en el que la propagación de las variantes del covid-19 impide la relajación de las precauciones sanitarias en Europa, la exigencia de la instancia podría forzar a modificar el formato previsto.
«Una retirada de Múnich no entra en nuestros planes», señalaron este miércoles desde el Comité de Organización alemán, en referencia a los cuatro partidos de la Eurocopa previstos en la ciudad bávara.
El alcalde de Múnich, Dieter Reiter, lamentó igualmente el anuncio unilateral de la UEFA: «Desearía que los responsables de la UEFA, más en este momento, busquen soluciones conjuntas con las ciudades anfitrionas», afirmó.
«Tal y como están las cosas no podemos decir si los niveles de contagio del covid-19 nos permitirán jugar con público en junio. Con las normas actualmente en vigor, este tipo de manifestaciones no están autorizadas», añadió.
El presidente del Partido Socialdemócrata (SPD) de la comisión deportiva del Bundestag (la cámara baja del parlamento alemán), Dagmar Freitag, atacó frontalmente a la UEFA: «A la vista de los problemas con la pandemia a los que se enfrentan los doce países anfitriones, la petición de la UEFA es irresponsable y sin fundamento, aunque no me sorprende», dijo a la agencia deportiva SID, filial de la AFP.
¿Londres como solución?
La instancia europea ha dado hasta el 7 de abril a cada ciudad para «presentar su plan» y espera tomar la decisión «como muy tarde» en su Comité Ejecutivo del 19 de abril, que tiene lugar en la víspera de su Congreso anual, previsto en Montreux (Suiza).
Esta Eurocopa repartida en ciudades de doce países ya tenía importantes complicaciones logísticas antes de la pandemia, pero desde la aparición del covid-19 ha suscitado muchísimas dudas. En los últimos meses preocupa su viabilidad, teniendo en cuenta las restricciones variables entre países en Europa.
Pensando en los ‘planes B’ posibles, el primer ministro británico, Boris Johnson, dijo a principios de marzo que su país podría acoger «otros partidos» además de los ya previstos. Londres tiene programados siete encuentros, entre ellos las semifinales y la final, pero sus infraestructuras y su alto número de estadios con capacidad importante la convierten en una alternativa tentadora.
Budapest y Bucarest, por su parte, tienen también asignados partidos de la Eurocopa y en los octavos de final de la Liga de Campeones se ofrecieron para albergar partidos que tuvieran que ser deslocalizados por las restricciones en vigor.
A mediados de febrero, Israel se ofreció para acoger «algunos partidos de la Eurocopa», haciendo valer su elevado ritmo de vacunación.