La fragilidad física en las personas mayores que se someten a una cirugía electiva se vincula con un riesgo más alto de muerte un año después, sugiere un estudio reciente.
Unos investigadores canadienses hallaron que la tasa de mortalidad a un año de los pacientes mayores frágiles que se sometían a ciertas cirugías era de al menos una muerte por cada cinco personas. Para tomar una decisión informada sobre el tratamiento, los médicos, los pacientes y sus familias deben estar conscientes de ese aumento en el riesgo, aconsejó el equipo.
«Aunque la decisión de realizar una cirugía electiva se debe hacer para cada caso en particular, nuestros hallazgos respaldan la necesidad de una consideración cuidadosa de los riesgos frente a los beneficios y las metas generales de la atención de los pacientes frágiles que estén pensando en someterse a una operación mayor», escribieron el líder del estudio, el Dr. Daniel McIsaac, de la Universidad de Ottawa en Ontario, y sus colaboradores.
«Nuestros hallazgos sugieren áreas específicas en las que centrar los esfuerzos clínicos e investigativos que busquen mejorar la atención y los resultados de los pacientes quirúrgicos mayores y frágiles», apuntaron los investigadores.
Aunque el estudio encontró un vínculo entre la fragilidad y el riesgo de muerte, es importante anotar que no pudo mostrar una relación causal.
Los investigadores evaluaron la fragilidad física de más de 200,000 personas a partir de los 65 años. Su edad promedio era de 77 años. Todos se sometieron a una cirugía mayor electiva no cardiaca, como una cirugía del intestino grueso, un reemplazo de una articulación o una resección del hígado. Al tres por ciento se les consideraba frágiles, según los investigadores.
En un plazo de un año tras la cirugía, el 14 por ciento de los pacientes frágiles habían muerto. En contraste, solo el 5 por ciento de los que no se consideraban como frágiles murieron en este periodo postoperatorio. El riesgo de morir en el plazo de un año tras una cirugía mayor siguió siendo significativamente más alto entre los pacientes frágiles, incluso después de que los investigadores tomaran en cuenta otros factores, como la edad, el sexo y los ingresos de los pacientes.
Las variables que afectaban el riesgo de muerte de un paciente quirúrgico frágil incluyeron el tiempo que había pasado desde la cirugía, la edad y el tipo de operación. El riesgo más alto de morir se observó en los momentos iniciales del periodo postoperatorio de los pacientes frágiles, encontró el estudio. Los pacientes frágiles más jóvenes también estaban en riesgo, así como los que se sometieron a una cirugía de reemplazo de una articulación, reveló el estudio.
El estudio aparece en la edición en línea del 20 de enero de la revista JAMA Surgery.
«Con este riguroso estudio de cohorte retrospectivo y basado en la población de pacientes quirúrgicos en Ontario, Canadá, McIsaac y sus colegas amplían una creciente literatura que demuestra unos aumentos marcados en los riesgos, impuestos por la fragilidad en las poblaciones quirúrgicas», escribieron en un editorial que acompaña al estudio el Dr. Jason Johanning y sus colaboradores, del Centro Médico de la VA de Iowa en Nebraska Occidental, en Omaha.
«Independientemente de cómo se mida la fragilidad, el panorama que surge es el mismo: un aumento dramático en los riesgos de mortalidad y morbilidad postquirúrgicas. Es el panorama que tenemos en nuestros consultorios, y como cirujanos, debemos abordar los objetivos óptimos de la atención y honrar las preferencias de los pacientes», escribieron.